Uno de los aspectos de lo que somos consiste en las visiones que tenemos de nosotros mismos, del Ser Humano y de todo lo demás.
Una de las visiones sobre el Hombre es que somos Universo, Naturalez, y estamos regidos por sus mismas dinámicas de cambios, evolución, resistencias y límites, y formamos parte de su flujo natural. Pero de esto no somos conscientes.
Una de las visiones sobre el Hombre es que aquello de lo que somos conscientes es algo con lo que nacemos y desarrollamos más o menos al relacionarnos con todo lo que nos rodea. Aunque tenemos límites, siempre disponemos de amplias posibilidades para desarrollar lo que somos, es decir, para conocer, para hacer, para pensar y para sentir.
¿De qué depende como usemos estas posibilidades?
Podemos creer que existen varias respuestas, pero en realidad sólo hay una: Todo depende de lo que somos, o mejor dicho, de la parte que hemos desarrollado de aquello que somos.
No le demos más vueltas, no pretendamos descubrir el Misterio, y vivamos de acuerdo con las posibilidades que se nos presentan en cada momento. Lo que podemos conocer, con cada paso aumentaremos su conocimiento. Lo que podemos llegar a ser, con cada paso nos acercaremos a ello.
Esta es una de las visiones posibles, pero existen otras muchas y nada puede asegurar cual es la más acertada. Quien no tiene dudas se vuelve rígido, y así no puede adaptarse armónicamente a los cambios que se van produciendo. Quien tiene muchas dudas se siente perdido, no puede evitar cometer errores, y tiene serias dificultades para tomar las decisiones que necesita tomar. Debido a ésto, la visión intermedia es que cada cual busque en su conciencia una visión posible y la utilice como horizonte para su vida.
Todo esto nos muestra una parte de lo que somos, es decir, nos muestra el desarrollo que hemos alcanzado de aquello que somos.
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