viernes, 30 de agosto de 2019

REALIDAD Y CREENCIAS

     Su apariencia difícilmente nos permite ver la realidad de que debajo de esta superficie hay una piedra. Así, diferentes personas pueden creer que se trata de cosas diferentes.

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  A simple vista todo nos induce a creer que en la foto inferior hay una sola cosa, una piedra. Pero hay dos cosas mas, una es un ser vivo, la otra es realmente la más obvia, la que mejor se ve, pero a la vez es la que más difícilmente resulta de reconocer.
   Si solamente con dos fotos se puede ocultar la realidad, o disfrazarla, y provocar diferentes creencias, más fácil resulta ocultar y disfrazar la realidad utilizando la gran variedad y complejidad de los conceptos  de las creencias bien elaboradas. ¿Por cierto, querido lector, eres consciente de que en esta segunda foto la tercera cosa es la luz del Sol?

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NOTA.- Ver la anterior entrada titulada DIFICULTADES.

El viejo profesor compartió con su mujer, que era psicóloga, sus reflexiones sobre las dificultades, y le dijo:

  -Creo que me he dejado muchas. Se trata de las dificultades con las que se encuentran quienes quieren vivir in interferir en el curso natural de las cosas.

  -Eso no son dificultades, se trata de un proceso de comprensión profunda, de un proceso de liberación de todos aquellos aspectos interiores que dan lugar al nacimiento de las verdaderas dificultades. -Le dijo su mujer. 

  -Visto así, tal vez tengas razón, aquí que dejemos ese tema. Estoy muy interesado en el hecho de que existiendo una sola realidad, haya tantas visiones y tantas creencias sobre ella. ¿Tú qué podrías decirme sobre esto? -Preguntó el viejo profesor. 

  -Bastante poco para lo importante que es el tema. Por un lado, efectivamente, en cada instante realidad sólo  hay una, pero creencias hay muchas, con lo cual deberíamos ser plenamente conscientes de este hecho y no confundir la realidad con nuestras creencias sobre ella. -Respondió su mujer.

  -¿Por qué hay tantas creencias diferentes? -Le preguntó el viejo profesor. 

  -Por un lado tu ya lo sabes, se trata de los diferentes niveles de conciencia, y por otro lado, debido a todo aquello que da lugar al nacimiento de las dificultades, por lo tanto, mientras el Ser Humano no se libere de los que le crea la dificultades seguirá habiendo muchas creencias y no será posible percibir la realidad directamente, dominará la ilusión, y no será posible el despertar ni la armonía con el curso natural de las cosas. -Contestó su mujer. 

  -A veces me pregunto si todos estos pensamientos y estas reflexiones le sirven a alguien para algo, si lo que creemos saber no se trata solamente de una ilusión, o de un simple saber intelectual, que aunque lo compartamos con los demás, no tiene ninguna capacidad para transformar nada ni a nadie. -Dijo el viejo profesor. 

  -Yo también lo  he pensado, sobre todo cuando ejerzo como psicóloga, pero creo que sí que sirve de algo. Todas las personas que están interesadas y se dedican a profundizar en su mundo interior y en las diferentes sabidurías, al dedicarse a esto no centran tanto su vida en todo aquello de lo que surgen las dificultades, por lo tanto, el hecho de dedicarse a esto tiene un poder liberador. Por otra parte, mientras estas reflexiones y estos conocimientos se queden solamente en la mente no tienen no tienen apenas capacidad para cambiar nada ni a nadie, pero estos conocimientos y reflexiones siempre pasan al inconsciente y a la conciencia profunda del individuo, y así se van convirtiendo poco a poco en comprensiones más profundas, en comprensiones que sí que tienen un gran poder liberador, armonizador y de transformación. -Dijo su mujer, el viejo profesor estuvo de acuerdo. 
  


jueves, 29 de agosto de 2019

DIFICULTADES


     En su soledad serena, el viejo profesor se puso a pensar en las dificultades, y empezó por las "dificultades de la vida" a las que se refería la gente. Vio, que no eran dificultades que la vida le pusiera al Hombre, a la sociedad o al individuo, sino que se trataba de las dificultades que se presentaban cuando se quería conseguir una cosa.

   Vio que había muchas teorías y muchas creencias sobre esas dificultades: Unos las achacaban a las injusticias o a las imperfecciones de la sociedad, otros al egoísmo, a la inmoralidad o a la maldad de los demás. Estaban los que se culpaban a sí mismos, a sus carencias, a sus ineptitudes, a su falta de valor, o de virtudes, o a su ignorancia, y también estaban los que culpaban al destino, al azar,  a la mala suerte, o a la voluntad de Dios, y la mayoría culpaban a la Naturaleza, a una Naturaleza que no se sometía a la voluntad humana, que muchas veces se negaba tozudamente o caprichosamente  a satisfacer al Hombre, a facilitarle las cosas. 

   Se dio cuenta de que faltaba la causa primera de la que nacían todas las dificultades y, sin embargo, nadie pensaba en ella, no existía para nadie. Se trataba del hecho de que TODAS las "dificultades de la vida", se debían a la actitud humana de forzar las cosas, de intentar dominar el curso natural de las cosas. 

   Después se puso a pensar en las dificultades que podían presentarse si la actitud fuera la de no interferir en el curso natural de las cosas, y recordó el concepto taoísta del wu wei. Vio que si la Humanidad hubiera optado por no interferir, por aceptar el curso natural de las cosas, las dificultades hubieran consistido solamente en tener que trabajar para cubrir las necesidades de supervivencia y hacerlo en régimen de libre cooperación entre los seres humanos. 

   El viejo profesor no pudo menor que pensar en que la vida de las personas tendría muchísimas menos dificultades si optaran por no interferir, por aceptar, el curso natural de las cosas. Entonces, la primera idea que le vino a la mente fue que el Ser Humano era estúpido. Pensándolo mejor llegó a la conclusión de que el Ser Humano asumía todas las dificultades que se le presentaban, animado por el resultado placentero que esperaba conseguir cuando las venciera.

   Pero este pensamiento le mantuvo en su idea de la estupidez humana, por un lado por el alto precio en dolor que el Hombre pagaba por sus placeres, un dolor que frecuentemente superaba al placer conseguido, por otro lado por los riesgos  y peligros que corría, y finalmente, porque la vía ofrecía muchos placeres gratis a quienes aceptaban su curso natural. Y pensó que el drama humano, la estupidez humana, consistían en que el Hombre no tenía suficiente con lo necesario, así como con los placeres natural y los placeres sencillos que le regalaba continuamente la vida. 

   ¿Por qué era esta la actitud dominante de la Humanidad? Se respondió a sí mismo que se debía al insuficiente desarrollo de los niveles de conciencia. Pero cuando se puso a pensar en por qué eran insuficientes y tan diferentes esos niveles, y por qué algunos individuos, como por ejemplo los sabios conocidos y los no conocidos, habían alcanzado a desarrollar plenamente su conciencia, entonces se dio cuenta de que entraba en el laberinto de las creencias, pero él quería acceder directamente por el camino más sereno y más sencillo al conocimiento de las cosas, pues ese conocimiento era el que la posibilitaba conocer la realidad de las cosas, el que le posibilitaba poder armonizar con el curso natural de las cosas. 




miércoles, 28 de agosto de 2019

EL PROFESOR


   Al viejo profesor de filosofía, sus compañeros y los alumnos le llamaban de varias maneras: Profesor Atípico, Profesor Enigmático,  Profesor Sorprendente, y otros nombres parecidos. Aquella mañana les estaba diciendo a sus alumnos: 

  -Existe el abarrotado camino de conseguir. 

 -Existe el solitario camino de comprender. 

 -Existe el sereno camino de dejar fluir lo natural. 

 -Existe el satisfactorio camino de compartir. 

   El viejo profesor calló, y tras unos instantes de reflexivo silencio, uno de los alumnos preguntó: 

  -¿Cuál es el mejor camino?

  El viejo profesor calló esperando más preguntas, y otro alumno preguntó: 

  -¿Cuál es el camino más inteligente?

  -¿Cuales son los caminos que hay evitar? -Preguntó un tercero, y un cuarto preguntó:

  -¿Cuál es el camino más sabio?

  Como ya no hubo más preguntas, el viejo profesor les dijo: 

  -Yo no doy respuestas, yo sólo os muestro encrucijadas, por eso me llaman y me llamáis de tantas maneras. 

  -Pero eso es crear confusión. -Argumentó otro alumno. 

 -La sabiduría sólo surge de las encrucijadas. Yo he andado todos esos caminos y aún no soy sabio, pero empiezo a ser consciente, y eso es lo que os quiero enseñar. Yo dibujo mapas, pero el camino lo tenéis que andar vosotros. Yo sé mucho de la filosofía que han desarrollado otros filósofos, pero vosotros tendréis que aprender de la vida, y lo haréis cuando comprendáis hacia donde se dirige cada camino. Pero todos lleváis dentro la mejor brújula, buscadla y usadla. 

  -¿Por qué cada persona prefiere unos caminos y rechaza los otros? -Preguntó otro alumno. 

  -Para esa pregunta tampoco tengo respuesta, sólo veo que existen personas con diferentes niveles de conciencia, pero entonces surge la pregunta de por qué existe tantos niveles diferentes de conciencia, y así podríamos continuar atados a la cadena de las respuestas que no paran de generar nuevas preguntas, y donde la falta de comprensión real se substituye por el ingenio filosófico o por todo tipo de creencias. Por eso, tras plantearse las preguntas hay que dejar que surjan las respuestas, lo harán cuando hayan madurado en la serenidad y en la soledad de nuestro interior, y si no dejas de preguntar y de preguntarte, los ruidos y las agitaciones de tantas preguntas no te dejarán escuchar las respuestas, y al no escucharlas en tu interior, al no poder verlas en lo que el Universo te muestra, te perderás en los laberintos de los libros de filosofía o en los mundos fantásticos imaginados por las diferentes creencias. 
 -Concluyó el viejo profesor. 

CAUSAS JUSTAS


    Cada uno libando en la flor social, cada uno considerándolo como su derecho, pero  ninguno pensando en el diferente, ninguno pensando en la flor, esos pensamientos los ocultan las defensas de las causas justas. 

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    En nuestra sociedad son muy abundantes las defensas de las causas causas. Estas defensas están protagonizadas y dirigidas por asociaciones, por organizaciones, por plataformas, por movimientos en defensa de derechos que la mayoría de la sociedad, o una parte al menos,  suele considerar que son moralmente justos y necesarios. Estas asociaciones se reafirman en sí mismas,  se sienten moralmente superiores al resto de la sociedad, y consideran que sus derechos deben de ser atendidos por los gobiernos y apoyados activamente por el conjunto de la sociedad. Para ellas lo más importante, o incluso lo único importante, es conseguir aquello que consideran como sus derechos justos y necesarios. Estas actitudes tienen varias consecuencias que suelen pasar desapercibidas: 

  * Existen miles de causas justas y de organizaciones defensoras de las mismas. Al centrarse cada una de ellas en sus respectivos objetivos, no plantean una alternativa global, no plantean una lucha conjunta, quieren cambios en la sociedad, quieren cambios en la actitud de los ciudadanos, pero se limitan a pedir solamente aquellos cambios que posibiliten la consecución de sus derechos, y así no caen en la cuenta de que sus problemas concretos no tienen su raíz en hechos o en actitudes concretas, sino en el modelo general de la sociedad en la que vivimos, en las creencias generales dominantes en nuestra sociedad. Así, las defensas actuales de las causas justas son estériles para cambiar a la sociedad, y debido a esto, la mayoría de las veces son también estériles para conseguir los propios derechos por los que luchan.

  * Al considerarlas como causas justas, sus defensores se sienten autorizados moralmente a intentar imponerlas al conjunto de la sociedad, y para ello se creen con derecho a usar muchos métodos de lucha, y también a recurrir al chantaje emocional y moral. 

  * Los Estados, los gobiernos, se encuentran con dos grandes problemas a la hora de atender a las reivindicaciones de las causas justas: En primer lugar la escasez de recursos económicos, lo cual hace que no puedan atenderlas a todas, y este hecho provoca  una rivalidad entre organizaciones, de tal manera, que los recursos que consigue una son a costa de que otras vean reducidos los suyos. En segundo lugar, que las reivindicaciones de las causas justas son muy variadas, y a veces contradictorias entre ellas, con lo cual ningún gobierno puede aplicar políticas que contenten a todos. 

 * Los ciudadanos que no forman parte de ninguna organización en defensa de una causa justa, viven su vida a su manera, luchando por mejorarla y por solucionar sus problemas, y se encuentran con que diferentes grupos de personas han decidido por su cuenta y sin tener en cuenta sus intereses, ni sus deseos, ni sus problemas, luchar por sus propias causas justas, y además, al hacerlo le presionan y chantajean moral y emocionalmente y así limitan sus libertades y perturban sus formas de vida, pero esos grupos de luchadores por las causas justas no se preocupan por las libertades ni por las formas de vida, ni por los problemas de esas personas. El ciudadano entonces se encuentra con que aunque le parezcan justas esas causas, a él eso no le ayuda ni le beneficia en su vida diaria y tiene que soportar las presiones, los chantajes, y las molestias que esas luchas le causan. 

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   Las libertades individuales, sociales y políticas posibilitan que el individuo pueda desarrollar plenamente sus propios potenciales, sus gustos, sus inclinaciones. La riqueza de todo tipo que produce la libertad de cada individuo le beneficia a él y tiene un enorme potencial para beneficiar a la sociedad, pero sólo beneficia al conjunto de la sociedad, cuando esa sociedad crea mecanismos para que esa riqueza llegue a todos, y esos mecanismos quedan bloqueados cuando cada sector de la sociedad tiene como prioridad la lucha por sus causas justas y por sus derechos particulares. 

  La sociedad necesita libertad para que cada individuo se sienta libre y además desarrolle todos sus potenciales, la sociedad necesita canalizar las aportaciones de los individuos para que beneficien a todos, y el individuo necesita desarrollar la capacidad de compartir libre y gustosamente aquello que ha desarrollado. Pero el desarrollo de estas capacidades del individuo no se consigue con leyes justas  ni con gobiernos eficaces, ni con creencias ni con elevados valores morales sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad, no se consigue con corrientes filosóficas, ni con ideologías políticas, ni con grandes ideales de un mundo mejor. Sólo se consigue con una comprensión profunda de con son y como funcionan las cosas, sólo se consigue con cambios en la conciencia humana, pero esa comprensión y esos cambio en la conciencia humana no son posibles cuando el ciudadano está centrado en luchar por una o por varias causas justas, o sólo está centrado en mejorar su vida cotidiana y solucionar sus problemas, pues centrarse en eso le deja sin energías y sin tiempo para la comprensión y para la elevación de la conciencia. 

   Por otra parte, todos deberíamos ser conscientes de una de las mayores trampas que le hacemos a la sociedad y a nosotros mismos y que consiste en lo siguiente: 

   * Tenemos unas necesidades de comer, de beber, de una casa donde vivir, de curar nuestras enfermedades, de placeres sencillos, de sentirnos queridos y de amar. Estas necesidades son básicas, son cosas que necesitamos para nuestra supervivencia como individuos y como especie. 

  * Pero aunque tengamos eso, aunque tengamos lo necesario, no nos resulta suficiente, y deseamos conseguir MÁS COSAS. 

  * A esos deseos de conseguir más cosa los convertimos en NECESIDADES.

  * A esas necesidades las convertimos en DERECHOS, EN CAUSAS JUSTAS. 

  * En esos derechos y en esas causas justas encontramos las JUSTIFICACIONES MORALES Y RACIONALES para nuestros actos, sobre todo para justificar el daño que esos actos pueden causar a los demás.

   Prisioneros de esta trampa, tampoco podemos desarrollar las comprensiones profundas de como son las cosas, tampoco podemos elevar nuestra conciencia, y tenemos la sociedad que tenemos, una sociedad siempre buscando conseguir lo deseado, siempre buscando soluciones definitivas, pero siempre insatisfecha, siempre sin encontrar las soluciones definitivas, siempre justificándose, siempre presentándose como la víctima inocente de la maldad o de los errores de los otros. 

    
   
                       

lunes, 26 de agosto de 2019

REACCIONES


     Una de las bases de la estabilidad des nuestra sociedad es la capacidad que tienen el conjunto de los poderosos para controlar a los ciudadanos. Esa capacidad la demuestran sobornando a un ejército de ayudantes de todo tipo, convenciendo a la mayoría de la población de que sus creencias y normas sociales son las mejores posibles, facilitando ciertos derechos y placeres a la mayoría de la población, y a través de las leyes, la policía y los tribunales. En estos momentos, esa capacidad de los poderosos es muy alta, tanto por el propio poder que tienen, como por el hecho de que no aparezca ninguna alternativa ni a su poder, ni al modelo de sociedad, ni a los valores y creencias impuestos por ellos, es más, la mayoría de la gente en realidad está de acuerdo con todo esto. 

   Pero la mayoría de los ciudadanos actuales tienen un alto grado de insatisfacción y de frustración, así como más deseos que nunca de conseguir más de lo que tienen. La insatisfacción, la frustración y el deseo de conseguir más cosas de las que se tienen, son energías que buscan y necesitan encontrar una salida, pues si se quedan dentro del individuo se convierten en un fuego que no puede sacar su humo, y eso no sólo crea dolor y sufrimiento, sino que intoxica al individuo, le trastorna y le desequilibra emocional y psicológicamente, dando lugar a reacciones imprevisibles y peligrosas para la sociedad  y para el propio individuo, y no se trata sólo de los trastornos y desequilibrios que a veces se convierten en noticia, sino sobre todo de esos trastornos y desequilibrios que producen actitudes fanáticas, intolerantes, de rebaño, y a esos más difíciles de ver porque de tan frecuentes y abundantes que son. Nuestra sociedad es una sociedad  enferma, y de tan enferma no es consciente de cuales son sus enfermedades reales, y además considera a estas enfermedades como algo normal e incluso positivo. Que el lector se pare un poco y busque algunas de esas enfermedades ocultas detrás de lo normal y de lo positivo. 

  Ante el dolor que produce la insatisfacción y la frustración, y ante la enorme fuerza de los deseos de tener más de lo que se tiene, la sociedad y el individuo buscan posibilidades de vencer a ese dolor y de conseguir lo deseado, o al menos unos placeres que les alivien su dolor, y buscan esperanzas para conseguir lo deseado. De momento, nuestra sociedad ofrece a la mayoría de los insatisfechos y de los frustrados la posibilidad de hallar placeres en el consumismo y en las diferentes variedades de ocio, así como en las diferentes drogas (alcohol, café, tabaco, etc, así como en otras sustancias toleradas o ilegales) que producen cierto alivio, que ayudan a soportar los dolores extremos y los dolores cotidianos, y para aquellos para los que estos placeres no son suficientes, está la psicología oficial, las diversas terapias de otros tipos, los medicamentos psiquiátricos, así como las leyes, la policía y los tribunales, de tal manera que los perturbados y los desequilibrados de todo tipo todavía no han producido un caos incontrolable pese al daño que causan y que se causan a sí mismos. 

   Los poderosos actuales están demostrando mucha eficacia para controlar las protestas sociales y para encauzar hábilmente las diferentes luchas en las fracciones sociales y políticas, pero si el caos producido por los perturbados y por lo conflictos entre fracciones sociales alcanzara cierto grado ¿serían capaces de controlar ese caos sin tener que recurrir a medidas drásticas? ¿Aparecería una alternativa que, transformando profundamente la sociedad, fuera también capaz de acabar con el caos?

   A falta de alternativas sociales y políticas que en la actualidad puedan mejorar realmente el funcionamiento de las sociedades y la vida de la mayoría de los ciudadanos, quienes quieren más de lo que tienen, (y que son la mayoría de la población) pueden recurrir a diversas vías: Unas veces se trata de vías centradas en las relaciones personales amorosas y de amistad o de busca de la admiración y el cariño de las personas de su entorno social, otras veces se trata de vías personales o profesionales, otras veces se trata de vías de tipo social y político, pero todas esas vías tienen en común varias cosas: Hoy día son muy inciertas y muchas veces fracasan, generan un cierto grado de conflictos y por lo tanto de daños y sufrimiento y general también un alto grado de insatisfacción y sobre todo de frustración.  



   Al individuo que centra sus esperanzas en estas vías pero que no consigue cierto éxito y placer sólo le queda liberarse de ellas.

   Entre quienes lo consiguen, la mayoría lo hace a base de conformarse con lo que tiene disfrutando de los placeres sencillos y del afecto de sus seres queridos y amigos. Este sector social es el que contribuye a las actitudes sensatas de la sociedad y, por lo tanto, a la estabilidad, pero no tiene ninguna capacidad para cambiar la sociedad, para dirigirla hacia rumbos sensatos. La sociedad se rige por el rumbo que le marcan los poderosos y sus ejércitos de ayudantes, así como por la energía y las reacciones de quienes siempre quieren más de lo que tienen. 

   De esta manera, sólo unas minorías reaccionan planteándose la liberación: 

  * Unos buscan la liberación luchando por producir transformaciones profundas en la sociedad, transformaciones que ellos ven como la única solución a los problemas del momento, unas transformaciones que produzcan nuevas formas de vida y unas relaciones sociales dominadas por las libertades políticas, por la igualdad social, por los valores morales y por la armonía en las relaciones entre los seres humanos. Pero esta vía liberadora hoy día está fuertemente desprestigiada, y ha sido substituida por el populismo, por los reformistas de buena fe pero poca profundidad transformadora ("buenismo"), por una variedad de ONGs y sus caridades a las que llaman solidaridad, y que tampoco tienen ninguna capacidad transformadora de la sociedad. 

  * Otros buscan la liberación centrándose en su mundo interior, en la elevación de su conciencia, en su transformación interior, en suma, en su camino espiritual. Creen que todo depende de la conciencia, y por lo tanto una nueva sociedad sólo es posible sobre la base de una nueva conciencia. Pero la vía espiritual es cosa de pocas personas y además tiene poco prestigio social, con lo cual su capacidad para transformar a la sociedad es actualmente prácticamente nula, esta vía es hoy día solamente una vía individualista, una vía muy eficaz para que el individuo afronte su dolor y encuentre la liberación y la armonía. 

   El gran poder y la eficacia a la hora de ejercerlo por parte de los poderosos, las posibilidades de prosperidad económica que los poderosos ofrezcan, todas las esperanzas que consigan crear, la falta de alternativas a su modelo de sociedad, así como el poco prestigio que actualmente tienen las diferentes vías liberadoras, provocan en mucha gente la reacción de alejarse de las vías liberadoras y  buscar la manera de adaptarse a todos los aspectos de la sociedad dominante. 

   La insatisfacción, la frustración, los conflictos, la debilidad o la ineficacia de los poderosos, el caos y la incertidumbre, hacen que mucha gente reaccione en busca de alternativas. Las alternativas posibles son tres: 

  * Algún tipo de dictadura que imponga el orden social y político.

  * La vía liberadora de las reformas sociales y políticas profundas.

  * La vía liberadora de la espiritualidad. 

    La cuestión de cuales serán las reacciones mayoritarias de los ciudadanos dependerá de como evolucione la situación social y política, y como evolucionen las conciencia, pero en estos momentos no estamos en condiciones de predecir nada de todo esto, sólo estamos en condiciones de tomar conciencia de cual es el estado de la sociedad en la que vivimos y cuales son los diferentes niveles de conciencia de los ciudadanos y los nuestros propios.  

 

NO ES


     Existe una lista inmensa de lo que esta imagen no es. 

     Existe una lista inmensa de conceptos y de ideas a los que podría dar lugar, que podríamos imaginar, mirando esta imagen. 

    Existe una lista inmensa de saberes que podríamos ilustrar con esta imagen. 

    Pero lo que realmente representa no está, ni puede estar, en ninguna de estas listas, ni de otras que podamos hacer. 

   El flujo de la vida, el flujo y el ritmo de todas las cosas, son intercambios y compartir, es la energía que los produce, la energía que emanan, la luz que los ilumina, la luz que nos despierta, pero esto no cabe en los pensamientos, ni en los conceptos, ni en las creencias, sólo cabe en la sabiduría que se ha liberado de ellos. 

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    En la foto no sólo aparece una mano y una mariposa, ¿Recuerdas lo que había? ¿Podrías establecer las relaciones entre todo lo que hay en la foto? 

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   Supongo que te has fijado en la luz del sol. Es posible que foto te recuerde a una famosa pintura, si la recuerdas verás que no puedes apartarla de tu mente. El mundo es mucho más grande de lo que creemos, y nuestra capacidad de conocimiento es pequeña. Seamos conscientes de esto y no substituyamos por creencias aquello que todavía no somos capaces de conocer. 

domingo, 25 de agosto de 2019

LUCHAS INTERIORES Y COMPRENSIONES

    Con las alas cerradas y cerrado en sus creencias,
    quien lucha contra lo externo
    siempre tiene perturbadoras luchas internas. 

     Quien está sereno y receptivo
    y con las alas abiertas,
    a la comprensión le deja las puertas abiertas.
    Volar, observar, absorber
     y dejar que todo madure en la conciencia,
     donde no hay preguntas, sólo respuestas. 

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   Quienes luchan en las diferentes luchas de tipo social y político, quienes luchan por imponer sus creencias a los demás, quienes luchan con el objetivo de que las cosas sean como las desean, quienes luchan por conseguir más de lo que tienen, quienes luchan por ser amados, admirados, respetados o temidos, quienes luchan por conseguir placeres y satisfacciones, quienes luchan por conseguir el éxito en aquello que hacen, aquellos para los que las relaciones con los demás son lo más importante, todo ellos tienen fuertes luchas interiores pues sus luchas no se corresponden con la naturaleza humana, sólo se corresponden con el ego. 

   En estas luchas se mezclan, en proporciones e intensidades diversas, aspectos como el ego, las emociones, la moralidad, los deseos a los que llamamos amor y las creencias. Para definir a estas luchas hablamos de contradicciones interiores, de tensiones, de sentimientos de culpa, de baja autoestima o de arrogancia, de equilibrios y de desequilibrios, de perturbaciones, de trastornos, de ansiedades, de angustias, de estrés, de satisfacciones por lo conseguido, de pena por lo perdido, y hablamos de todos los términos psicológicos. 

  Son luchas en las que el individuo intenta derrotar o eliminar unos aspectos de sí mismos y que triunfen otros, pero lo que intenta eliminar o derrotar es parte de su naturaleza y lo que intenta que triunfe no es suficiente para afrontar los diversos aspectos de la vida, y así se producen fuertes desequilibrios internos y por lo tanto, la guerra continua aunque el individuo crea que a veces consigue algunas victorias. Estas luchas podemos verlas en nosotros mismos y tenemos variadísimos  ejemplos en todas las ramas de la literatura, en el cine, en las artes, en los libros de psicología y de cualquier otra disciplina que trate sobre el comportamiento humano.

  Toda esta variedad y complejidad se resume en dos grandes aspectos:

  * Que aunque nos causa alegrías, nos causa un dolor que nos esclaviza a todo lo que tenemos que hacer para combatirlo. 

  * Que nos causa fuertes agitaciones y perturbaciones, las cuales nos impiden la serenidad, nos impide ver las cosas como son, nos impide la sabiduría, nos impide la armonía y la liberación. 

   Ante todo esto, ¿Qué alternativas se le presentan al individuo?

   * Una de ellas es cambiar sus deseos, buscando en la consecución de los nuevos deseos, los placeres, las alegrías, las satisfacciones, la felicidad que no encuentra en los viejos. 

  * Otra es cambiar las estrategias  y las tácticas para conseguir lo deseado, pensando que las nuevas estrategias y tácticas sí que le permitirán conseguir lo que las viejas no le permitían. 

    Pero escogiendo cualquiera de las dos anteriores, y sea cual sea el éxito obtenido, la lucha sigue, la agitación sigue, las cadenas siguen, y el dolor no es derrotado. 

   * Ante esto, hay quien adopta la actitud de conformarse con lo que tiene, ahorrarse las luchas y disfrutar con lo poseído. 

  * Otros caen en la desesperanza, la desilusión, la decepción, la resignación, la impotencia, y sólo buscan alivio a su dolor en unos pocos placeres que todavía pueden conseguir, aunque hay a quien esos placeres le resultan totalmente insuficientes para poder soportar su dolor. 

   Pero hay otra alternativa, se trata de la vía espiritual. 

   En estos momentos, la espiritualidad no está perseguida,es tolerada. Es despreciada y la sociedad tiene de ella una imagen muy distorsionada a la cual contribuyen muchísimo los medios de comunicación y las redes sociales, sobre todo porque la espiritualidad es confundida con las religiones y con las diferencias creencias en los mitos y leyendas del mundo de lo mágico, y porque se simplifica de manera infantil y dualista oponiendo lo espiritual a lo material, confusión que a veces tienen las propias personas espirituales. En esta situación, la espiritualidad no está en lucha contra la sociedad, y por lo tanto, la persona espiritual tendría que ir liberándose de la dinámica de las luchas interiores. Si la persona espiritual está en lucha contra la sociedad se debe a que todavía no se ha liberado de su vieja visión sobre lo social y lo político, o bien se debe a que intenta imponer sus creencias espirituales a la sociedad o a quienes le rodean. 

  Quienes optan por la vía espiritual tienen ante sí dos caminos: 

   * La lucha interior. Se trata de una lucha doble. Por un lado se trata de conseguir determinados objetivos, determinadas metas. Por otro lado está la lucha por vencer ciertas resistencias, por liberarse de determinados obstáculos. Para ello se recurre a determinado métodos, a determinadas técnicas espirituales, la más conocida de las cuales es la meditación. Sean cuales sean las victorias obtenidas, las luchas nunca se acaban, y la agitación tampoco, con lo cual la llegada de la sabiduría, de la armonía y de la liberación, se ven enfrentadas a difíciles obstáculos, aunque es posible que haya quien los supere. 

  * La no-lucha, la comprensión. Se trata de vivir sencillamente nuestra vida, de tal manera que esa sencillez nos permita liberarnos de la agitación mental y emocional, y desde la serenidad ahondar profundamente en todos los aspectos de lo Divino, del Universo, de la Naturaleza, de la de la sociedad, del Ser Humano, y de todo lo que existe debajo de nuestra piel. La comprensión así obtenida empieza por mostrarnos que aunque la mente es la primera puerta de entrada, y en una puerta donde se manifiesta lo comprendido, la verdadera comprensión se produce más adentro, se produce en nuestro inconsciente y en nuestra conciencia. 

    La comprensión profunda nos transforma interiormente, nos hace más serenos, más sabios, más armónicos, aumenta nuestra liberación. Una vez caminando por esta vía, los frutos los irá dando el tiempo, pues todo requiere su tiempo para madurar, y mientras llega el verano y el otoño, que es el tiempo de la cosecha, mientra llega el invierno que es la época en la que necesitamos de los frutos y la época en la que las semillas duermen en espera de una nueva vida, disfrutemos de la primavera que nos ofrece nuestro camino espiritual en cada una de nuestras comprensiones profundas, en cada una de nuestras armonías y liberaciones. 

AYUDAS, SALVACIONES Y SALVADORES


     Este caballo está dotado para vivir libremente en la Naturaleza, pero cree que necesita la ayuda, la protección y la salvación de los peligros que el ofrece Hombre, y a cambio se somete a él. 

  Este ave rapaz está dotada para vivir libremente en la Naturaleza, y ha optado por hacerlo. 

   Todos los seres humanos dicen que quieren ser libres, pero imitan a este caballo y no al ave rapaz. 


    Cuando el individuo cree que necesita algo, o cuando desea conseguir algo, suele intentar conseguirlo por sí mismo. Si lo consigue se siente satisfecho, incluso feliz, aunque en realidad se ate a todo lo que tiene que hacer para conseguir lo necesario o lo deseado. Además, estas sensaciones placenteras se acaban al cabo de un tiempo y el individuo buscará la manera de conseguir otras cosas, y así sucesivamente. 

   Cuando el individuo no puede conseguir por sí mismo lo que cree necesitar o aquello que desea, suele recurrir a buscar ayuda. La primera ayuda que suele buscar es la de las personas que tiene a su alrededor. Cuando gracias a la ayuda recibida consigue lo deseado, el individuo se siente satisfecho, y se siente querido, y ambas cosas le pueden producir una sensación de felicidad, pero el individuo no es libre, pues quien le ayuda le pide o le exige algo a cambio, ya sea agradecimiento, ya sea amor, ya sea cualquier otro tipo de pago. 

   Cuando al individuo no les basta con la ayuda de quienes le rodean, es posible que recurra a la ayuda de las fuerzas mágicas. Puede que con la ayuda de éstas fuerzas consiga lo deseado, o él lo crea así, y entonces se sentirá satisfecho, afortunado, e incluso puede llegar a sentirse feliz, pero no será libre, pues esas fuerzas le piden rituales, ofrendas, sacrificios, adoración. 

   A veces el individuo confía más en la ayuda de la ciencia y de la tecnología, y recurre a ellas. Puede que con la ayuda de la ciencia y de la tecnología el individuo consiga lo deseado, o él lo crea así, y entonces se sentirá satisfechos, afortunado, e incluso puede llegar a sentirse feliz, pero no será libre, pues estas fuerzas le piden trabajos, esfuerzos, cambios en su forma de vida, renunciar a ciertos placeres. 

   Cuando al individuo no le resultan suficientes las anteriores ayudas, entonces el individuo busca la ayuda, la protección y la salvación de otras fuerzas: Se trata de las fuerzas religiosas, o de los héroes y salvadores de todo tipo, o de las diferentes utopías, de las diferentes ideologías políticas, de los partidos políticos o de todo tipo de organizaciones sociales. El individuo les pide a estas fuerzas, les exige, espera de ellas, que le protejan contra quienes le causan daño, contra todas las adversidades de la vida, que le salven de quienes le impiden conseguir sus deseos y de todo aquello que le produce sufrimiento, y espera que esta salvación le de la felicidad en esta vida o después de la muerte del cuerpo. Puede que con estas ayudas el individuo consiga lo que cree necesitar y lo que desea, o que el individuo así lo crea, y que el individuo se sienta satisfecho y amado o bendecido por esas fuerzas, y que eso le produzca la sensación de felicidad. Pero el individuo no será libre ni alcanzará la sabiduría. 

  No será libre porque quienes le ayudan, quienes le salvan o le ofrecen la salvación, le piden, le exigen, un pago por los servicios prestados en forma de obediencias, de sumisión, de adoración, de amor, de agradecimiento. 

  No alcanzará la sabiduría, porque quienes le ayudan, quien le ofrecen la salvación, le dictan cual es la verdad de las cosas, una verdad que puede contener cosas ciertas, pero que en realidad es una creencias, un dogma de fe, y por lo tanto le impide que busque de forma libre y receptiva por sí mismo, que busque en su interior y en el mundo que le rodea. 

   Sólo quien se libera de las obediencias, de las adoraciones, de las creencias y de los dogmas de fe que le exigen quienes le ofrecen ayuda, protección y salvación, puede empezar a ser sabio, a ver cosas que antes no veía, como por ejemplo las siguientes: 

  * Que lo que realmente necesita es no tener que necesitar. 

  * Que el sabio sólo desea no desear. 

  * Que la comprensión profunda se alcanza solamente con la libertad y con la conciencia. 

  * Que sólo la comprensión profunda transforma el interior, eleva la conciencia, y facilita la armonía y la liberación. 

   Y tendrá a su disposición, sin que para ello necesite la ayuda de nadie, la protección de nadie, la salvación de nadie, su propia libertad, su propia conciencia, así como a la Naturaleza como Gran Maestra, y tendrá toda la sabiduría profunda, armónica y liberadora de los grandes sabios y de las grandes tradiciones espirituales. 

sábado, 24 de agosto de 2019

LA GRAN DIOSA FELICIDAD


       Lo que más importa a la mayoría de los ciudadanos de todos los países del mundo, de todas las clases sociales, y de todas las creencias mayoritarias y dominantes, es aumentar sus ingresos económicos,  disfrutar de más bienes materiales, de más placeres, y eso se consigue gracias al progreso, gracias al crecimiento económico, y gracias a ese progreso y a ese crecimiento económico se consiguen avances y derechos como es una buena sanidad con la que mantenernos sanos y vivir lo más posible, un buen sistema educativo orientado, no a la verdad ni a la libertad, sino al ascenso social, así como otros derechos. Después de esto, lo que más importa a la mayoría de los ciudadanos es sentirse queridos y admirados por sus familias, por sus parejas, por sus amigos y por sus conocidos. Todos los adoradores creen que con esto se consiguen los dones de la Gran Diosa Felicidad.

    Junto a estas prioridades que exige el culto a la Gran Diosa Felicidad, y como producto de las mismas, están las numerosas muertes que se producen por causan que no son naturales, aunque son vistas como tan normales, que no tienen ninguna influencia a la hora de cambiar los hábitos y las principales creencias de la mayoría de los ciudadanos, los cuales las ven casi siempre como frías estadísticas: 

   * Muertes producidas por la pobreza, por una pobreza que no permite que los pobres reciban unos tratamientos médicos adecuados y que no puedan adquirir unas medicinas que están en el mercado, una pobreza que produce muertes debidas al hambre, una pobreza que hace que miles de personas arriesguen su vida por llegar a los países ricos y convertirse en consumistas al igual que los ciudadanos de esos países, y que muchos mueran, por ejemplo ahogados en el Mediterráneo. Una pobreza que está creada por la riqueza, por esa riqueza con la que la mayoría de la gente  espera conseguir la felicidad.  

  * Muertes producidas por la destrucción medioambiental, la cual tiene sus causas en aquello que es lo que más importa a la mayoría de los ciudadanos de todo el mundo. Una destrucción medioambiental que causa muertes debido a la contaminación y al cambio climático. 

  * Muertes producidas por diversos conflictos armados y, en mucho mayor número, por toda clase de asesinatos. Una violencia que tiene detrás la rivalidad y los conflictos por conseguir aquello que más aprecian la mayoría de los ciudadanos. 

  * Muertes producidas por accidentes de tráfico, tanto a la hora de ir al trabajo, como a la hora de ir a disfrutar de los placeres. Muertes producidas por accidentes y enfermedades laborales, es decir, muertes producidas por el deseo de conseguir aquello que más se aprecia. 

 * Muertes producidas por el consumo de sustancias tóxicas, legales e ilegales. Es decir, muertes producidas como consecuencia de las condiciones sociales creadas por la rivalidad a la hora de conseguir aquello que más se desea, pues el consumidor lo hace como una forma de alivio. Muertes producidas por suicidios, pues el suicida no soporta el dolor que le producen las reglas sociales. 

  Es cierto que existe la preocupación por todas esas muertes, por toda esta destrucción, por los dramas y las tragedias que produce la búsqueda de la felicidad, y existen muchas propuestas y muchas acciones encaminadas a la solución y a la previsión, pero no se toca la verdadera razón, porque ningún creyente está dispuesto a renunciar a las esperanzas que ofrece la Gran Diosa de la Felicidad, una Diosa terrible que exige sacrificios humanos, dramas y tragedias, y la sociedad está dispuesta a entregar a sus víctimas para el sacrificio a cambio de las esperanzas, de la fe, puestas en Ella, la cual se ha impuesto sobre los demás dioses y diosas, tal vez porque el paraíso lo ofrece en la Tierra y mientras viva nuestro cuerpo. Qué Gran Diosa, la rinden culto tanto los creyentes de todas las religiones como los ateos y los agnósticos. Gran Diosa creadora de todas las ilusiones falsas. Diosa que no deja ver a sus adoradores que la búsqueda de la felicidad es lo que más sufrimiento provoca, tanto al conjunto de la sociedad, como al propio adorador. 

 



viernes, 23 de agosto de 2019

EL PERRO, EL GORRIÓN Y EL CANARIO


    Un perro de raza indefinida había sido abandonado por sus amos en el bosque, y se encontraba ladrando lastimeramente, pues ya el hambre y la sed hacían mella en él. 

  -¿Qué te pasa? -Pregunto compasivo un gorrión que se acercó al oír sus lamentos. 

  -¿Que voy a hacer ahora sin amos? Ellos me alimentaban, me daban casa, me cuidaban, decían que me querían, y yo les era fiel, les obedecía y les daba mi cariño a cambio, y yo era feliz. ¿Que voy a hacer ahora? -Se lamentó el perro. 

 -Tu ya no sabes valerte por ti mismo y en el bosque nadie te va a alimentar, el Hombre te ha robado tu naturaleza, primero de lobo, y después de perro, y ya ni siquiera sabes cazar conejos. Así que tendrás que buscarte otro amo, a no ser que estés dispuesto a correr el riesgo de vivir libre en el bosque. -Dijo el gorrión. El perro no dijo nada y se puso a pensar en como conseguiría que un nuevo amo lo quisiera, además, ahora desconfiaba de los humanos, y por otro lado, vivir libre en el bosque era un riesgo muy grande. De momento decidió seguir al lado del gorrión, y mientras caminaban se encontraron con un canario, el cual también se lamentaba de su situación.

  -¿Qué te pasa, amigo canario? -Preguntó el gorrión. 

  -Que me he escapado de la jaula y ahora no se como conseguir comida, además, el bosque está lleno de peligros, y yo apenas si se volar. -Contestó el canario. 

  -Bueno, a ti tu canto bello te costó la libertad, y ahora cuando quieres recuperarla apenas si puedes valerte por ti mismo, a ti el Hombre también te ha robado tu libertad dejando que tus alas se conviertan en casi inútiles, y te ha dejado sin capacidad para buscar comida. Pero te enseñaré. -Le dijo el gorrión, y el canario le dio las gracias y le preguntó: 

  -¿Por qué eres libre? 

 -Por tres razones. Porque mis plumas no les resultan bellas a los hombres, porque mi canto tampoco les resulta bello, y porque mi espíritu libre me lleva a aprovecharme del Hombre para comer y para hacer mis nidos, pero nunca me he planteado serle fiel, ni darle mi amor, pues en las relaciones con los hombres, el amor roba la libertad, ellos quieren poseer  aquello que dicen amar, y así las relaciones nunca son libres. Bueno, hay una cuarta razón: estoy dispuesto a correr todos los peligros que significa ser libre.
  -Contestó el gorrión.

   Tras esto siguieron su camino. El gorrión iba contento porque era libre y tenía dos nuevos amigos, el canario sentía una mezcla de alegría por su libertad y de miedo ante las dificultades y los peligros, y el perro seguía hambriento y sediento y sin saber como escapar a su situación. Entonce el gorrión le dijo: 

  -Creo que tengo una solución para ti. Un poco más adelante hay una casa solitaria, al dueño se le murió su perro hace poco, creo que te aceptará y te tratará bien, y así tu podrás estar protegido, gozar de una parte de libertad, y nosotros podremos visitarte, pero recuerda que aunque tu nuevo amo te quiera y tu le quieras a él, y aunque nos tengas a nosotros dos por amigos, lo más importante que tienes que aprender es a ser libre, a valerte por ti mismo.  

LOS DOS PRESOS


        Uno de los presos, desde el momento en el que entró en la cárcel se dedicó a intentar fugarse, y en ello puso todo su empeño y su mucha inteligencia,  y un año después conseguía fugarse de una forma muy ingeniosa. 

   -!Soy libre, soy un genio! -Pensó orgulloso de sí mismo. 

  Pero la policía empezó a buscarle, y se encontró con que ahora tenía que poner todo su empeño y toda su inteligencia en que no le capturaran, y pasaba el tiempo y no le capturaban, y de nuevo PENSÓ que era libre y que era un genio. Lo pensó, y al sentirse tan orgulloso de sí mismo, no cayó en la cuenta de que estaba esclavizado a todo aquello que un día le llevó a la cárcel, y además, ahora estaba esclavizado a todo lo que tenía que hacer para que la policía no le capturara. 

  El otro preso, desde el día en el que entró en la cárcel se dedicó a comprender las causas profundas por las que había acabado encarcelado, y cinco años después las comprendió en su totalidad, entonces SINTIÓ que era libre. Dos meses después cumplió su condena, y cuando salió de la cárcel FUE libre. 


miércoles, 21 de agosto de 2019

VERDAD Y LIBERTAD


                              LA VERDAD INTERIOR

   Somos Universo, somos Naturaleza, estamos regidos por sus mismas leyes y animados por su misma esencia. De esta manera, nuestra verdad interior es también la verdad del Universo y de la Naturaleza, y la verdad del mundo que está más allá de nuestra piel es también nuestra verdad interior. 

  A veces comprendemos, o intuimos, o se nos revela, una parte de esa verdad, y entonces se nos plantea el hecho de cómo usamos esa verdad: 

  * ¿La usamos para sentirnos bien, para sentirnos satisfechos, plenos y serenos?

  * ¿La usamos para alcanzar nuestros ideales, nuestros sueños, nuestros más bellos anhelos?

 * ¿La usamos para acercarnos a la armonía y a la liberación?

  Las respuestas que demos a estas preguntas nos mostrarán cual es el grado de comprensión real que hemos alcanzado sobre la verdad.

  Por otra parte, lo realmente importante de la verdad interior es la fuerza que nuestra comprensión tiene a la hora de que podamos vivir de acuerdo con lo comprendido. 

                        ******************************


                                    LA LIBERTAD INTERIOR

   * Empieza cuando nos vamos liberando de la dependencia material, emocional, y de los miedos hacia el mundo que está fuera de nuestra piel. 

  * Es preciso que nos liberemos de nuestras creencias y de la visión moralista de las cosas. 

  * Y requiere de nuestra soledad serena. 

  A veces conseguimos cierto grado de libertad interior, y entonces surge la encrucijada de qué hacer con ella: 

   ¿La usamos para sentirnos bien, satisfechos, plenos y serenos?

   ¿La usamos como medio para conseguir nuestros ideales, nuestros sueños más bellos? 

   ¿La valoramos por sí misma, es decir, la vemos con alas, como aire y como cielo para volar, y dejamos que las cosas sigan su ritmo natural? 

   

LA SABIDURÍA DE LA SIMPLIFICACIÓN


     Nunca como en la actualidad el Ser Humano había tenido un acceso tan fácil a las sabidurías que las diferentes sociedades humanas a lo largo de su historia han producido. Es cierto que hay sabidurías del pasado que apenas si conocemos, pero el conocimiento de las muchas que sí conocemos es enorme, y en la mayoría de los casos, completo. También conocemos las sabidurías de los grandes sabios, y de otros no tan conocidos. 

   Todo esto, en principio es una gran riqueza, pues nos sirve para conocer los diferentes aspectos de la sabiduría humana, para poder ensanchar nuestros caminos y nuestros horizontes espirituales, y debería servirnos para ser flexibles y receptivos, para relativizar las cosas y no caer en el fanatismo, en los dogmas, en las intolerancias, o en las garras de las sectas destructivas y esclavizadoras, y de los muchos farsantes que se ocultan tras lo espiritual, lo mágico y lo religioso. 

   Pero toda esta enorme variedad de sabidurías contiene también una gran complejidad: Son innumerables los conceptos, son muchísimas las creencias y los aspectos, y son muchas las diferencias que a veces existen entre todos ellos. Esto puede producirnos una gran confusión, puede hacernos prisioneros de los conceptos y darles vueltas y más vueltas, y puede que aún así no nos aclaremos y continuemos confusos y agitados. 

   Nuestros niveles de conciencia aún no nos permiten liberarnos de las preferencias y de los rechazos, y eso hace  que nos identifiquemos con alguna de las diferentes sabidurías de algún sabio o de alguna corriente espiritual. También puede ocurrir que optemos por el sincretismo, es decir, por coger una cosas de cada sabiduría. Y hay quien mariposea continuamente de flor en flor de las sabidurías sin acabar de decidirse. El sincretismo y el mariposeo  agitan y confunden más que serenan y aclaran.

    Es conveniente que seamos conscientes que la sabiduría y la comprensión profunda requieren que simplifiquemos los conceptos, que relativicemos nuestras creencias y que vayamos liberándonos de ellas, que busquemos lo sencillo y lo sereno, que seamos exploradores y receptivos, pues sólo así podremos estar abiertos a lo que la vida nos muestra, sólo así podremos escuchar a nuestra conciencia, a nuestra intuición, sólo así podremos escuchar y comprender el canto sabio de los pájaros en cualquier bosque, por todos ellos son bosques de la sabiduría. 

LA NECESIDAD DE LA SIMPLIFICACIÓN


    Vivimos en una sociedad muy compleja, una sociedad que es más compleja que en el pasado, y que seguramente será más compleja en el futuro. Además, todos los aspectos de esa complejidad son artificios creados y alimentados por las numerosas creencias, por la inteligencia, por la cultura, por la moralidad, por la ciencia y por la tecnología, por los nuevos descubrimientos hechos por los expertos en todas las áreas del saber, y todas ellas puestas al servicio de conseguir aquello que se desea, puestas al servicio de ejercer el poder sobre la Naturaleza y sobre los seres humanos. 

    En nuestra sociedad todo lo que se adora es un artificio, y lo verdaderamente natural es despreciado, y lo aparentemente natural es manipulado por la publicidad que pretende vender algo. Esta adoración por lo artificial traducida en los diversos comportamientos y normas, es lo que hace que el Ser Humano viva divorciado de su verdadera naturaleza, y ese divorcio provoca infinidad de trastornos, de desequilibrios, tanto en el individuo como en los grupos sociales, y esos trastornos y desequilibrios cada vez afectan a un mayor número de personas. 

    Nos encontramos con que tenemos unas normas morales y legales y unas conductas que la mayoría de la sociedad, y sobre todo, los sectores dominantes o influyentes sobre la opinión pública, consideran que son las normales y que además, son necesarias y buenas para todos. Frente a esto tenemos infinidad de conductas que se salen de estas normas y de estas conductas y que resultan dañinas para la sociedad o para el propio individuo que las lleva a cabo. Y existen infinidad de expertos en diagnosticar las causas y en ofrecer soluciones, y así aparecen infinidad de explicaciones e infinidad de soluciones, que frecuentemente se oponen entre ellas combatiéndose o despreciándose las unas a las otras, y donde lo que importa no es lo cierto que cada una pueda contener, sino que los creyentes y defensores de cada una de ellas sólo están interesados en imponerlas como dominantes al conjunto de la sociedad. 

  En cada momentos, son unas las explicaciones y las soluciones  que se imponen sobre las demás, pero no lo hacen porque sean mejores que las anteriores (aunque la mayoría de las veces son un poco mejores que las anteriores, por eso no estamos peor que hace un siglo, al menos en la mayoría de los aspectos), sino porque son las más fuertes debido a que son las que mejor se adaptan a los intereses de los sectores sociales dominantes, o a las creencias de los expertos más influyentes sobre la opinión pública. Sin embargo, aunque se pongan en práctica nuevas soluciones y queden desacreditadas las viejas, siguen las conductas anómalas por parte de un número cada vez mayor de personas, ay ante esa persistencia de los problemas, son muy pocos los que se plantean simplificar las cosas, arrancar las raíces del artificio, buscar lo sencillo como alternativa, pues la mayoría sigue empeñada en la actitud de ejercer el poder sobre la Naturaleza y sobre el Ser Humano, incluso a veces sobre ellos mismos, para conseguir lo deseado, y de esta manera, surgen nuevas explicaciones y nuevas soluciones que siempre son un poco más complejas que las anteriores, y así, los problemas continúan y la complejidad aumenta. 

   Frente a la complejidad lo necesario no puede ser aplicar los nuevos descubrimientos de cualquier experto en conducta humana, o las nuevas teorías que se pongan de moda o que aparezcan con más prestigio y más garantías de éxito, sino empezar por simplificar, por reducir, los deseos y los conceptos, y después continuar permitiendo que las cosas ocupen el lugar que naturalmente les corresponde. 

martes, 20 de agosto de 2019

MORALIDAD Y SABIDURÍA (Bosque de la sabiduría)


    Mientras caminaba por la montaña, el sabio del Bosque de la Sabiduría, se encontró con Moralista, un viejo conocido suyo, el cual le dijo:

  -Ya me he enterado de todo lo que ha sucedido en torno al Bosque de la Sabiduría. Tienes una visión utópica, eres un ingenuo idealista que nunca aprenderás a conocer a los hombres. 

  -¿Tú que hubieras hecho? -Preguntó el sabio. 

 -Lo que siempre hago, intentar que negocien hasta llegar a un acuerdo amistoso que beneficie por igual a las dos partes, intentar convencerles de lo mucho que perderían si llegan al conflicto, y sobre todo, intentar inculcarles valores morales para que se causen el menor daño posible. -Contestó Moralista. 

  -Me acusas de utópico, pero lo utópico de hoy mañana puede ser posible. Por otra parte, me parece que quien no conoce a los  hombres eres tú. Mantienes vivo el deseo en ellos, y luego pretendes que cedan una parte de sus deseos. ¿Acaso no ve que cuando el deseo es fuerte o cuando se puede conseguir a través de la fuerza, la moralidad no impide ni los conflictos ni el daño que los conflictos generan? Mi visión es utópica, pero la tuya es estéril e imposible de conseguir. -Dijo el sabio. 

 -Entonces, ¿qué solución propones? -Preguntó Moralista. 

-Ninguna. -Contestó el sabio. 

-¿Ninguna? Así no se resuelve nada. -Objetó Moralista. 

-Así no surgen los problemas que luego necesitan soluciones. Verás, cuando fui a las dos ciudades yo no tenía ninguna esperanza de solucionar nada, sólo pretendía poner una semilla de sabiduría, pero la sabiduría crece en pocos suelos y tarda mucho en florecer y en dar frutos. -Contestó el sabio. 

 -Y mientras no da frutos, ¿Habrá que hacer algo, no? -Objetó escéptico Moralista. 

 -Sí. Desarrollar la propia sabiduría, elevar la propia conciencia, y dejar que el tiempo y el curso natural de las cosas pongan a cada cosa en el lugar que naturalmente les corresponde. -Contestó el sabio. Moralista empezó a hablar para objetar esos argumentos, y el sabio le cortó y le dijo: 

 -Dejemos de argumentar, guardemos silencio y comprendamos, es en el silencio sereno, donde a veces, cada cual encuentra sus propias respuestas, donde a veces, se encuentran las única soluciones, que al ser sabia y armónicas, no crean nuevos problemas.  

  

CONFLICTO POR EL BOSQUE DE LA SABIDURÍA


    La ciudad de la Costa y la ciudad del Valle, se disputaban la propiedad del Bosque de la Sabiduría, y ambas pretendían talar los árboles para vender su madera, para crear nuevas tierras de cultivo y prado para el ganado, para construir edificios...

  Un sabio que habitaba en el bosque fue a ver al alcalde de la ciudad de la Costa para convencerle de que renunciara al Bosque de la Sabiduría, y el alcalde, reunido con todos los concejales, le dijo: 

  -Nuestros sacerdotes, nuestros expertos en leyes, nuestros historiadores, nuestros humanistas, nuestros moralistas, nuestros filósofos, nuestros artistas y poetas, y sobre todo, el Pueblo Costero soberano, nos dicen que el Bosque es nuestro, que sólo nosotros tenemos todos los derechos, y además, lo necesitamos, pues de él depende nuestro futuro como ciudad, de él depende el futuro de nuestros hijos y nietos. ¿Tú que nos ofreces?

  -Yo, señor alcalde, no puede ofrecerles nada de lo que ustedes quieren, yo sólo tengo el canto sabio de los pájaros, la compañía de los otros animales, la sombra y el abrigo de los árboles, y eso ya lo tienen ustedes sin tener que disputárselo a la ciudad del Valle.
 -Respondió el sabio. 

 -Eso no nos vale, ahora déjanos viejo loco, que tenemos muchos asuntos que resolver. -Dijo el teniente de alcalde. 

  El sabio, obedeció en silencio y se fue a visitar al alcalde la ciudad del Valle con las mismas intenciones, y cuando éste le escuchó, en compañía de todos los concejales, le dijo: 

  -Nuestros sacerdotes, nuestros expertos en leyes, nuestros historiadores, nuestros humanistas, nuestros moralistas, nuestros filósofos, nuestros artistas y poetas, sobre todo, el Pueblo Vallesano soberano nos dicen que el Bosque es nuestro, qué sólo nosotros tenemos todos los derechos, que además, lo necesitamos, que de él depende nuestro futuro como ciudad, de él depende el futuro de nuestros hijos y nietos. ¿Tú qué nos ofreces? 

 -Yo, señor alcalde, no puede ofrecerles nada de lo que ustedes quieren, yo sólo tengo el canto sabio de los pájaros, la compañía de los otros animales, la sombre y el abrigo de los árboles, y eso ya lo tienen ustedes sin tener que disputárselo a la ciudad de la Costa. 
 -Respondió el sabio. 

 -Eso no nos vale, y ahora déjanos viejo loco, que tenemos muchos asuntos que resolver. -Dijo el teniente de alcalde. 

  El sabio abandonó la ciudad del Valle y se dirigió al Bosque de la Sabiduría y desde allí partió hacia las montañas, siendo acompañado por los pájaros y los demás animales. Poco tiempo después, una noche, el sabio percibió el resplandor del fuego en el Bosque de la Sabiduría, y pensó: 

 "-Seguro que cada ciudad culpa a la otra del incendio y cada una declarará una guerra de agravios y de derechos sagrados contra la otra. Los historiadores contarán al menos dos historias diferentes, y como otras historias, éstas también quedarán olvidadas en las bibliotecas, y nadie aprenderá nada, menos mal que los árboles vuelven a crecer y los pájaros nunca dejan de cantar su canto sabio."