viernes, 16 de agosto de 2019

EXPLORADORES Y RECEPTIVOS






    El Ser Humano necesita del conocimiento para todos los aspectos de su vida. La evolución, el ritmo del Tao, nos ha dotado del impulso para conocer, nos ha dotado de la curiosidad, nos ha hecho activos exploradores. Y también nos ha dotado de la capacidad para aprender de lo explorado, para sacar conclusiones, para hacer relaciones, para comprender, y para todo ello nos ha dotado de la pasiva capacidad de la receptividad. 

   Con la combinación de ambas capacidades, nos lanzamos a la exploración y a la comprensión de muchos aspectos de nuestra vida y del mundo que nos rodea. Así, exploramos sobre todo los siguientes: 

  * Lo que creemos que necesitamos para ganarnos la vida, para sentirnos a salvo, para mantener buenas relaciones sociales, para sentirnos queridos, para conseguir placeres y satisfacciones, para escapar de nuestra insatisfacción y de nuestros problemas. Pero quien sólo ve esto, sólo ve un mundo muy pequeño. 

 * Otras veces exploramos los mundos de nuestros sueños, de nuestros ideales, mundos perfectos, buenos y bellos, pero el gozo de esos pensamientos no nos deja distinguir lo idealizado de la posibilidad real, y además, los mundos de nuestros sueños son mundos muy pequeños. 

 * Y también queremos conocernos a nosotros mismos, y cuando exploramos lo que aparece es nuestro ego acompañado de sus emociones, de la razón, de las capacidades e insuficiencias del cuerpo y de la inteligencia, de nuestras virtudes y defectos morales, de nuestra mente dualista, de la estructura de nuestra psique, y de nuestras creencias, y todos ellos suelen convencernos de que eso somos notros, pero lo que vemos y lo que creemos que hemos conocido, es algo muy pequeño. 

* Otro mundo que a veces queremos conocer es el mundo de lo fantástico, de lo mágico, de los dioses, de los misterioso, de lo mitológico, de las civilizaciones desaparecidas y desconocidas, y nunca se alcanza a conocerlo, y sea cual sea la realidad de esos mundos, quien no para de buscarlos no es consciente de que busca mundo muy pequeños. 

 * A veces queremos conocer al Hombre, y para ello nos centramos en las relaciones entre los seres humanos, en cuales son nuestras actitudes y comportamientos en las relaciones sociales sociales actuales, incluso en las del pasado, o incluso imaginamos y deseamos nuestra sociedad ideal y al Hombre ideal. Y al creer que la verdadera naturaleza humana se manifiesta sólo en estos aspectos, lo que vemos es un mundo muy pequeño.

  * A veces queremos conocer a la Naturaleza, al Universo, y utilizamos diversos métodos para ello, pero si nos liberamos de nuestras creencias, y no nos vemos a nosotros mismos como seres únicos y separados de lo que queremos conocer, lo que llegamos a conocer es algo muy pequeño. 

  * A veces también queremos conocer a lo Divino, al Tao, pero es muy grande y no podemos. Hay quien insiste, pero el sabio mira y ve que con lo que puede llegar a conocer tiene bastante. 

  Generalmente, lo que hacemos es explorar los diferentes aspectos de nuestra vida, y los diferentes aspectos de lo que nos rodea, pero al explorar uno a uno, lo que vemos y comprendemos es algo muy pequeño, y sobre todo, que al explorar así no vemos las relaciones que todos los mundos que exploramos tienen entre sí, y así no vemos la Totalidad, pero es que además, nuestra forma de explorar casi siempre nos agita, y esa agitación impide nuestra serenidad, con lo cual nuestra receptividad no es plena, receptividad que es la única que puede comprender la Totalidad, la única que es sabia, armónica y liberadora. 

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