lunes, 12 de agosto de 2019
....Y ALGO MÁS
El Hombre es, en primer lugar, un ser vivo. Como todo ser vivo siente el impulso de vivir, y para ello necesita alimentarse, beber, mantenerse sano, mantenerse seguro, satisfacer sus deseos sexuales y su impulso reproductivo, y necesita ser cuidado en la infancia, en la vejez, en la enfermedad, en la incapacidad. Para conseguir esto, el Hombre tiene unos sentidos, un ego, unas emociones, una inteligencia, y una capacidad de amar y de ser amado. También tiene unas alertas en forma de dolor y de miedo que le avisan de los peligros, y junto a ellas también tiene unos placeres y unas satisfacciones, y el Hombre interpreta estos placeres y satisfacciones como una señal de que todo va bien. Cuando en el Hombre domina el placer, la alegría y la satisfacción, el Hombre considera que está en el camino correcto, que está en el camino que le aleja del dolor y de la muerte, no importa lo correcto o incorrecto de esta visión, loo que importa es que el Hombre está dominado por el rechazo del dolor y por la búsqueda del placer y de la satisfacción.
Pero en el Hombre también hay algo más, algo que ha sido definido de muchas maneras, algo para lo que cada creencia tiene su explicación. Ese algo es el que lleva al Hombre a buscar algo más, a hacerse muchas preguntas sobre sí mismo y sobre lo que le rodea, unas preguntas para las que sigue sin respuesta, y como sigue sin respuestas, crea creencias.
Ese algo más ha hecho que el Hombre desarrolle creencias en mundos mágicos, creencias en mundos dominados y dirigidos por dioses o por un sólo Dios y ha creado diversas visiones sobre lo Divino, diversas visiones sobre el origen y la naturaleza de todo, visiones espirituales, creencias y actitudes moralistas y compasivas, ideales de un mundo mejor, explicaciones y pensamientos filosóficos racionales en sus múltiples variedades, ha desarrollado la ciencia, y ha desarrollado todas las artes, la creado civilizaciones y culturas.
A este algo más, unos lo consideran misterioso, inexplicable, lleno de incertidumbres, y también lo consideran inútil o una molestia, o algo que les desvía de conseguir placeres, alegrías, satisfacciones, sentirse seguros y amados, pero sigue dentro de ellos, sigue presentándose en su conciencia, en su mente y en sus emociones.
A este algo más, otros lo consideran como lo Superior, como lo verdaderamente humano, y pretenden que sea lo que domine en todas las emociones, en todos los pensamientos, en todas las creencias, en todas las actitudes humanas, pero quienes tienen esta visión de las cosas se encuentran necesitados de comer, de beber, de sentirse seguros, de sentirse amados y cuidados, de conseguir placeres, alegrías y satisfacciones.
El individuo percibe o intuye ambos mundos, ambos mundos están presentes en él, y de una manera u otra, dándole más o menos importancia, cree que necesita de ambos mundos, pero aún así, los diferencia, los separa e incluso los opone. Así, el individuo está en tensión o en conflicto consigo mismo, pero esa tensión y ese conflicto es también lo que le impulsa a hacerse las preguntas y a buscar las respuestas, y es lo que le impulsa, consciente o inconscientemente, a buscar la armonía consigo mismo y con el Universo. Y así se va abriendo camino la comprensión, y así el Hombre va dejando por el camino sus comportamientos, va luchando por sus creencias, y va combatiendo sus errores y su sufrimiento, y va sembrando las semillas de sus sabidurías, adelante, siempre adelante, hacia los horizontes de su Origen y de su verdadera Naturaleza.
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