Cuando estoy libre de preocupaciones,
de las ajenas presiones,
de emocionales tensiones,
cuando nada deseo,
cuando me aquieto,
cuando sólo el presente tengo.
Los demás,
algunas veces,
me dan sus mejores dones,
bellas e inocentes sensaciones,
alegrías y opiniones compartidas,
gozosas y comprensivas compañías.
Pero sólo a solas
me invade la paz,
sólo a solas
me fundo con mi libertad.
Momentos de plenitud intuitiva,
de verdad en las fantasías.
Nos unen las necesidades del cuerpo,
los placeres compartidos,
las peleas las trae el brillo del dinero.
Nos une la energía de los sentimientos,
nos separan y nos enfrentan
las creencias y sus conceptos.
Nos une el sol, los verdes, los azules,
las nubes, el polvo de la tierra,
el enemigo lo crean las naciones, las banderas..
Nos une la luz de la conciencia,
las intuiciones serenas,
las armas las crean la fe y la inteligencia.
Nos une la plenitud y sus alas,
la hondura y sus esencias,
todo conflicto nace en las ambiciosas sendas.
En la paz vuelve la bondad,
en la guerra emerge la crueldad,
no es el bien ni el mal, es lo natural.
Que la necesidad
no nos robaba la libertad,
y que el miedo
no nos dictaba los deseos.
Que la esperanza
era para hoy y no para mañana,
y que las promesas
sólo las hacía el alma.
Que nos bastaba lo sencillo,
que veíamos tras el brillo,
que lo bello
no costaba un precio.
Que el placer propio
no lo pagaban los otros,
y que lo bueno
era sólo lo espontáneo.
Se que soñaba:
porque me alegraba,
y porque la paz
me brotaba de las entrañas.
La ambición y el miedo aletargan,
fiel es siempre la propia esencia,
y cuando la vemos despierta
hace soñar a la conciencia.
Que cuando la realidad
nos imponga su presencia,
la apariencia duerma
y la afronte esa soñadora conciencia.
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REALIDADES
Somos el centro en las periferias,
fuentes con la misma sed,
vacío y radios en las ruedas,
nudos y cuerdas en la red,
ondas y antenas,
soledades que comparten,
en la venas vida y calor,
corazones que por amor nos laten,
oro bajo el sol,
bajo la luna rocío en la yerba,
en la libertad la ilusión,
pies, caminos, polvo de estrellas.
Somos unos con el Todo,
hijos de la Nada,
paridos y nutridos por la Tierra.
Donde emergieron culturas
con el trajo esclavo,
donde las locuras
crearon religiones guerreras,
y la razón no disipa a las tinieblas,
donde los más pobres
son náufragos,
donde las costas y el agua pura,
son negocio y mercado.
¿Qué alma puede hallar
el descanso y la cordura?
¡Orgullo de lo mediterráneo,
miseria del hombre civilizado!
Olivos, vides, trigales...
pero tantos trabajos, tantos males....
Abrámonos sólo a su luz pura
y a sus piedras desnudas.
Al que a su horizonte te quiera llevar,
muéstrale tu alma en libertad.
Al que quiere que mires con sus ojos,
de tu interior, muéstrale lo más hondo.
Al que te promete lo mejor,
de su interior, muéstrale lo peor.
Al que pretende que le sigas,
muéstrale sus cardos y sus ortigas.
Que tus ojos, a la inocencia puedan distinguir,
que tu conciencia sus puertas sepa abrir.
Que tus alas no se enreden en las banderas,
que tus pies caminen libres de fronteras.
El ciudadano de Cataluña: catalanista, españolista, o ni lo uno ni lo otro.
La de la montaña y sus elevadas crestas,
la de la pluralidad y su terca defensa,
la que indignada se muestra
frente a la totalidad impuesta.
Frente a los símbolos sagrados,
la conciencia de lo común y humano.
Frente a los históricos agravios,
la historia y sus sangrientas lecciones.
Frente al derecho de las naciones,
el derecho a la paz del ciudadano.
Frente al poder de la mayoría,
la libertad que sólo tiene en minoría.
Tras el abanderado, el fanático,
tras el pastor, el rebaño,
tras el perro, el poderoso.
Abanderado, buscador de egoístas recompensas,
verdugo y víctima, el fanático,
pastor, criado que quiere ser amo,
rebaño, de locos y tontos insolidarios,
perro, sólo un vil mercenario,
poderoso, con la bandera arropado.
Frente a todos:
la digna firmeza de !Yo no trago!
El ciudadano que no traga.
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GUERRERO
Contra el totalitarismo
asfixiante y mediocre
de los nacionalismos y las religiones.
Contra el ambicioso dinero
y su poder destructivo
de sanas alegrías, de cuerpos,
de mentes, de corazones,
de puros sentimientos,
de belleza y libertades,
del medio ambiente
y de cada cercano paisaje.
Guerrero,
sólo en pos del equilibrio:
Entre el fuego del ego
y la luz de la conciencia.
Entre el miedo doloroso y sensato
y los placeres necesarios.
Entre nuestro mundo ideal
y la realidad que sabemos crear.
Entre ese amar del que tanto gozamos,
y ese desear que nos hace esclavos.
Entre la serena soledad
y las creaciones de la libertad.
La victoria no es ganar,
es saber encauzar
la interna energía
en el río de lo natural.
No es el poder,
es la armonía.
Sólo frente al amor,
solo mis miedos y sus deseos,
de mi amante corazón,
son los carceleros.
Querer quiero a todo aquel
que me quiere,
me quieren todos aquellos
que en mí reflejado ven
lo mejor que dentro tienen.
También están esos otros
que son sinceros al quererme,
mientras les doy generoso
lo que de mi pretenden.
Para todos quiero
los necesarios bienes,
los internos saberes,
los placeres sanos y bellos,
pero me duelen todos aquellos
que para sí sólo quieren.
Por eso
a estos sólo les quiero
cuando soy inocente o ingenuo.
No soy en amores perfecto,
el odio me nace
cuando causa daño el deseo ajeno,
más ante la sana alegría, mi odio muere.
Mi amor, sin el ajeno,
sólo lo cultivo dentro.
Aunque quiero, no amo siempre,
más si libre me siento,
amar es mi anhelado vuelo.
No sé cuanto yerro,
no sé cuanto acierto,
sé ver lo que siento
y las diferencias con lo que creo,
y están vuestras buenas razones,
las verdades de vuestros corazones,
vuestros perdones y mis defectos,
y vuestros desprecios
cuando no pago vuestro precio.
¿Qué es amor?
¿Qué es deseo?
PLACERES
Los de los éxitos alcanzados,
y los de ser amados.
Los de las avanzadas tecnologías,
y los de las bellas fantasías.
Los caros y sofisticados,
y los que son un regalo.
Los que se ganan al luchar,
y los que sabemos dar.
Los que llevan al éxtasis,
y los que nos llegan gratis.
Los que producen tantas risas,
y los de la serena alegría.
Los que exige la felicidad,
y los que manan de la libertad.
Los que a los demás reclamamos,
y los que en la soledad hallamos.
Los que ciegan al inteligente,
y los que abren los ojos al durmiente.
ALEGRÍAS
Las del dolor vencido,
y las de los placeres sencillos.
Las del corazón cuando ama,
y las de las limpias miradas.
Las de la semilla sembrada,
y las de la mies segada.
Las que cortan cadenas,
y las que crean comunes primaveras.
Las otras, las pequeñas y las grandes,
las de dentro y las de fuera,
del dolor son siempre madres,
o hijas de mentes enfermas.
Para vivir, la sana alegría,
para compartir, el amor,
la soledad, para el interior,
para la liberación, la armonía.
LADRONES Y CONSEJEROS
Lo propio, puro y bello,
tiene poderosos ladrones:
son los deseos ajenos
de tener más de lo que tienen.
Que los robos no me afecten,
me dicen como buen consejo,
mi mente eso es lo que quiere,
pero mi corazón es guerrero.
Guerrero al que siempre vencen,
los ladrones y mis miedos,
y el que siempre se complace
con mi conciencia y sus anhelos.
En la intención el amor,
batallas de libertad indignada,
las heridas del dolor,
y mi esencia, que por terca, se salva.
Esencia, para el placer y la satisfacción,
para alegrías sanas, para íntimas bellezas,
las que no alcanza el ladrón,
las que no ve el que me aconseja.
Y tras la tormenta,
la calma vuelve,
mi guerrero se cura y duerme,
y la victoria llega.
