jueves, 11 de septiembre de 2014
FIRMEZA
El ciudadano de Cataluña: catalanista, españolista, o ni lo uno ni lo otro.
La de la montaña y sus elevadas crestas,
la de la pluralidad y su terca defensa,
la que indignada se muestra
frente a la totalidad impuesta.
Frente a los símbolos sagrados,
la conciencia de lo común y humano.
Frente a los históricos agravios,
la historia y sus sangrientas lecciones.
Frente al derecho de las naciones,
el derecho a la paz del ciudadano.
Frente al poder de la mayoría,
la libertad que sólo tiene en minoría.
Tras el abanderado, el fanático,
tras el pastor, el rebaño,
tras el perro, el poderoso.
Abanderado, buscador de egoístas recompensas,
verdugo y víctima, el fanático,
pastor, criado que quiere ser amo,
rebaño, de locos y tontos insolidarios,
perro, sólo un vil mercenario,
poderoso, con la bandera arropado.
Frente a todos:
la digna firmeza de !Yo no trago!
El ciudadano que no traga.
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GUERRERO
Contra el totalitarismo
asfixiante y mediocre
de los nacionalismos y las religiones.
Contra el ambicioso dinero
y su poder destructivo
de sanas alegrías, de cuerpos,
de mentes, de corazones,
de puros sentimientos,
de belleza y libertades,
del medio ambiente
y de cada cercano paisaje.
Guerrero,
sólo en pos del equilibrio:
Entre el fuego del ego
y la luz de la conciencia.
Entre el miedo doloroso y sensato
y los placeres necesarios.
Entre nuestro mundo ideal
y la realidad que sabemos crear.
Entre ese amar del que tanto gozamos,
y ese desear que nos hace esclavos.
Entre la serena soledad
y las creaciones de la libertad.
La victoria no es ganar,
es saber encauzar
la interna energía
en el río de lo natural.
No es el poder,
es la armonía.
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