viernes, 9 de agosto de 2019
EL BIEN, EL MAL Y LA ARMONÍA
El BIEN, entendido como un artificio moral humano, como el edificio de la iglesia o de la catedral.
El MAL, en el pasado, en la tradición cristina, el Diablo y los brujas se asociaban con la Naturaleza, Cristo fue torturado con una coronas de espinas, y las espinas son también peligros de la Naturaleza.
La ARMONÍA, entendida como la fusión entre los todos los seres vivos y el Universo.
A lo largo de la Historia y también en la actualidad, han existido y existen movimientos sociales, políticos y religiosos surgidos originalmente con los siguientes y propósitos y con las siguientes características:
* Acabar con el sufrimiento humano e instaurar modelos de sociedad pensados para el bien común de toda la sociedad y basados en altos valores morales de justicia y de amor, y también de libertad y de igualdad. El motor original era la compasión ante los dramas y las tragedias humanas, y originalmente, los métodos usados eran muy elevados moralmente.
* Se trataba, y se trata, NO DE ARMONIZAR CON EL CURSO NATURAL DEL UNIVERSO, DE LA NATURALEZA, DE LA VIDA, sino de crear un modelo de sociedad MORAL Y AMOROSA, Y POR LO TANTO, UNOS MODELOS QUE SIEMPRE ERAN Y SON UN ARTIFICIO, PUES SE BASABAN Y SE BASAN EN EL DOMINIO SOBRE LA NATURALEZA Y EN LA IMPOSICIÓN DE UNAS CREENCIAS.
* Para conseguir esos objetivos, los defensores de cada uno de esos modelos de sociedad, siempre han necesitado, y siempre han recurrido, a dos grandes aspectos: La inteligencia y el poder. Inteligencia y poder para imponerse a la Naturaleza, para luchar contra el enemigo, para conseguir aumentar el número de seguidores, pero también, inteligencia y poder para vencer en las luchas internas que siempre surgen en cualquiera de los movimientos defensores de cualquier modelo de sociedad.
* En una dinámica dominada por el deseo de imponer el propio modelo de sociedad y por las diferentes luchas, acaba por resultar inevitable que, más pronto o más tarde, alguien recurra a uno o a varios métodos inmorales, sobre todo, cuando se ve que el recurso a la inmoralidad proporciona éxitos y un aumento del poder, e incluso que a veces proporciona más éxitos y más poder que la vía moralista.
* Para los defensores de cualquiera de estos modelos ideales de sociedad, lo más importante es conseguir sus objetivos, y a este deseo acaban siempre por subordinar la moralidad y también la libertad, y en cuanto a la sabiduría, la confunden con la inteligencia y con la capacidad necesaria para conseguir sus objetivos. Lao Tse decía: "Cuando el afán de poder toma el mando, cuanto más elevados son los objetivos, peores son los resultados."
* Para los niveles de conciencia actualmente dominantes, así como para las creencias y valores dominantes de nuestra sociedad, la evolución que vemos en todos los movimientos sociales, políticos y religiosos, se debe a la existencia del MAL, el cual para cada uno tiene sus propias características. Junto a esto, la esperanza radica en que las fuerzas del BIEN acaben derrotando a las del MAL, y para ello no dejan de apelar a la moralidad de los ciudadanos, sin darse cuenta de que cuando dominan los deseos de conseguir algo, si el deseo es fuerte, la moralidad acabará siendo derrotada. De ahí las anteriores palabras de Lao Tse.
* Ante esto, la sabiduría oriental profunda, nos dice que no se trata de reforzar a las fuerzas del BIEN, sino de debilitar los deseos y de buscar la armonía con la Naturaleza y con la verdadera esencia humana. Esta es la gran diferencia entre el pensamiento Oriental profundo y el pensamiento surgido y desarrollado al Oeste de la India y de China. Y esta es la cuestión fundamental de la vida particular de cada individuo: Buscar la manera de conseguir los deseos, o buscar la manera de armonizar. Esto es todo, y de esto se derivan todas las creencias, todas las actitudes, y todas las consecuencias.
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