LAS ESPINAS DEL CARDO
Sólo son defensas y siempre selectivas,
deja el cardo una puerta abierta a la intención amiga:
flores tiene el cardo, y en ellas la mariposa liba.
Libertad quiere el cardo, y usa sus espinas,
para él sólo es posible porque está defendida.
Pero a esto no atiende, esto no mira,
quien pretende que el mundo esté hecho a su medida.
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