lunes, 5 de agosto de 2019
MIEDO
El miedo es una emoción que siente solamente nuestro ego. Es una de las capacidades con las que no ha dotado la evolución para prolongar lo más posible la supervivencia de nuestro cuerpo. Sin miedo no podemos sobrevivir, a no ser que nuestra conciencia se imponga sobre nuestro ego.
Sin embargo, este aspecto del miedo nos resulta secundario, e incluso nos pasa desapercibido, y nos centramos en el miedo solamente como algo que nos causa dolor y que se convierte en un obstáculo a la hora de conseguir nuestros deseos, y así, deseamos vencer a nuestro miedo. Pero el miedo, al ser una emoción, no se puede controlar con la mente ni tampoco a voluntad, contra él sólo valen tres cosas:
1) La fuerza de los deseos. Un deseo muy fuerte puede vencer a cualquier miedo. Cuando el deseo es más fuerte que el miedo, entonces hablamos de valentía.
2) La inconsciencia sobre los riesgos y los peligros. Quien no es consciente de los riesgos, no siente miedo.
3) Liberarse de los deseos. Quien reduce sus deseos reduce sus miedos a perder lo que tiene y a no conseguir lo que desea. Quien se libera de sus deseos también se libera de sus miedos.
Nos gustaría no sentir miedo, pues eso reduciría las fuentes de nuestro dolor, nos haría sentirnos libres y nos ayudaría a conseguir todos nuestros deseos.
Y en voz alta pensé:
-Ser libres y conseguir todos los deseos, ¿Para quien no es el mayor sueño?
Pero un sabio que me oyó me dijo:
-No lo es para el que está despierto. No hay libertad donde hay deseos. -Y el sabio se alejó en silencio.
Soñar, ¡Qué bello!
Despertar, ahí esto lo que aún no sabemos, lo que aún no queremos, y ahí siguen nuestros miedos.
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