Las situaciones dolorosas se presentan con más menos freuencia en nuestra vida, unas veces sin que las llamemos, y otras veces debido a nuestros errores, muchos de los cuales son inevitables. Para conseguir lo necesario del dolor, para evitarlo y para prevenirlos, necesitamos libertad y sabiduría:
La libertad.- A veces necesitamos libertades sociales y políticas, pero las que al individuo le falten no puede conseguirlas por sí solo. Sin embargo, el individuo sí que tiene la posibilidad de conseguir por sí mismo la libertad interior necesaria, una libertad que aunque tiene la posibilidad, también tiene que alcanzarla y eso le creará dificultades.
La sabiduría.- La podemos adquirir de muchas maneras, peero tenemos que buscarla, tenemos que alcanzarla, y eso nos presentará dificultades.
A veces, la libertad y la sabiduría alcanzadas no nos resultarán suficientes para escapar a nuestras situaciones dolorosas. Mientras esas situaciones sean intensas o duraderas, la única opción que no queda será, o bien recurrir a las diferentes ramas de la medicina, o bien a conseguir placeres y satisfacciones, los cuales alivarán nuestro dolor, pero nunca acabarán con las raíces del mismo.
Hay quien puede creer que existen otras vías "espirituales", o "terapéuticas", o "tratamientos natuales" para acabar con el dolor, pero que tenga mucho cuidado pues siempre están al acecho los atajos falsos y los espejismos, así como todo tipo de seductores que los venden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario