DESEOS Y LÍMITES (DOS)

   De día, la farola es inútil. De noche, con la luz de la farola se pretende imitar a la luz diurna, pero nos perdemos la contemplación del cielo nocturno. 

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  Para vencer los límites naturales que se nos presentan a la hora de conseguir nuestros deseos, la fórmula consiste en aumentar nuestras capacidades y en reducir nuestros miedos. 

  Para aumentar nuestras capacidades tenemos que forzar muchas cosas en nuestro interior, tenemos que hacer esfuerzos, sacrificios, tenemos que vencer contradicciones, tenemos que renunciar a ciertos deseos. Todo ello determina fuertemente nuestra vida, y como forzar siempre trae consigo un grado de artificio, muchas veces nos provoca dolor, desequilibrios, perturbaciones. 

 Cuando aumentan las capacidades para conseguir lo deseado, también aumentan otras capacidades: 

  *La capacidad para dominar a los demás, dominio que reduce sus posibilidades de aumentar sus propias capacidades. 

*La capacidad para causar dolor, daño, destrucción, lo cual reduce las posibilidades del Hombre de conseguir muchas de sus necesidades y muchos de sus deseos. 

  Para reducir nuestros miedos y poder así conseguir nuestros deseos, sobre todo aquellos deseos que más valora la sociedad, se nos anima con premios, se nos ofrece admiración, amor esperanzas, se considera que el valor es una gran virtud, y se condena o se desprecia la cobardía, aunque a veces se siente compasión por la cobardía al considerarla una debilidad humana. Sin embargo, una de las causas principales de nuestros miedos es el miedo a muchas de las cosas que hacen los demás para conseguir sus deseos, esos deseos que tanto valora la sociedad, y así, otra de las causas de nuestros miedos es no poder estar a la altura de lo que la sociedad espera o exige de nosotros. 

   Y todo esto con el objetivo de vencer unos límites naturales que aunque la victoria nos ofrece la posibilidad de conseguir lo deseado, lo conseguido de esta manera siempre acaba por no resultarnos suficiente, mientras que para conseguir lo necesario no tenemos que forzar nuestros límites naturales.