DOLOR Y SABIDURÍA

 

  La mariposa se posa serenamente en la zarza porque su sabiduría le permite no pircharse. 

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   La sabiduría consiste en dos grandes cosas: 

*Un conocimiento amplio y profundo de la realidad.

*Una alta capacidad para vivir conforme a lo que conocemos. 

 Cuanta mayor es nuestra sabiduría menores son las situaciones dolorosas que creamos con nuestros comportamientos, creencias y actitudes, y mayores son las posibilidades de encontrar soluciones a las situaciones dolorosas cuando éstas se presentan. 

  La sabiduría se adquiere mediante la serenidad, pero cuando estamos sometidos a situaciones dolorosas nos domina la agitación, de tal manera que durante las situaciones dolorosas no aprendemos nada y sólo disponemos de la sabiduría que hemos adquirido antes, además en esas situaciones no estamos interesados por la sabiduría, sino solamente por escapar a nuestro problema concreto. 

  Así, la sabiduría la adquirimos antes y después de las situaciones dolorosas:

  *Antes, cuando aprovechamos nuestras situaciones de serenidad para intentar ampliar nuestra sabiduría. 

 *Después, cuando ya la agitación y el dolor  han cedido  aparece cierta serenidad y la aprovechamos para sacar lecciones del dolor que hemos sufrido. Y así es como el Hombre aprende de sus errores.

  Sé que estas palabras son teorías, pero alguien dijo que no hay nada más práctico que una buena teoría.  Sé que una cosa es el mapa y otra cosa es el territorio por el que tenemos que caminar, y muchas veces el dolor que sentimos es como si fuera territorio desconocido, pero sin un buen mapa es fácil perderse en el territorio cuando tenemos que caminar por él.