Cuando cualquier aspecto no natural se convierte en lo más valioso, su búsqueda siempre produce situaciones dolorosas. Lo natural a veces nos produce dolor, pero siempre es vía para escapar a su tiranía. Ante las situaciones dolorosas se presentan dos opciones: La opción social y la opción individual.
La opción social.- Ésta opción exige que el individuo ceda parte de su libertad, que renuncie a parte de sus deseos, que renuncie a desarrollar parte de sus potenciales naturales y partes de su mundo interior. En ésta opción se forman grupos sociales, los cuales rivalizan y luchan entre sí, de tal manera que sus conflictos dificultan acabar con las situaciones dolorosas y crean otras nuevas. Ésta opción a veces resuelve alguna situación dolorosa conocreta, pero no resuelve otras y no impide que sigan surgiendo nuevas situaciones dolorosas.
La opción individual.- Ésta opción no puede resolver ninguna situación dolorosa del ámbito social. Sólo puede resolver las situaciones individuales. Para ello existen tres clases de remedios:
*Los que resuelven unas situaciones dolorosas concretas, pero que dan lugar a otras o no impiden que surjan nuevas situaciones dolorosas.
*Los que buscan aumentar la compasión y el amor.
*Los caminos que se orientan a aceptar el dolor producido por el flujo natural de las cosas.
Ante éstos tres tipos de remedios, con mucha frecuencia el individuo opta por dominar, por controlar, y busca placeres y satisfacciones a través de infinidad de medios, y de ésta manera, en la vida del individuo se alternan el placer y el dolor, y ambos le esclavizan por igual.
LO PERFECTO, LO BUENO, LO NATURAL
Lo perfecto y lo natural pertenecen al mundo de los deseos y de la moralidad.
Lo natural pertenece al mundo de la aceptación, de la armonía.
Sea cual sea el valor que le demos a éstos dos mundos, todo tenemos un mundo interior, en el cual aparece la luz de la conciencia.
Así, aparece la cuestión de cual de los dos mundos nos acerca más a nuestro mundo interior.
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