DESEOS Y RESISTENCIAS

 

  Como resistencias visibles, ésta mariposa tiene a su fragilidad y a la dureza del suelo y de las piedras.  

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Cuando nuestros deseos provocan resistencias en los demás, recurrimos a las siguientes actitudes: 

  Lo primero es buscar justificaciones, las cuales siempre encontramos. Armados con ellas, pasamos a pedir y a convencer a los demás, y si ésto fracasa y el deseo es fuerte, pasamos a usar la fuerza, y para su uso también encontramos justificaciones. Junto a ésto, impregnándolo todo, están nuestras creencias, nuestras emociones y nuestro sentido de la moralidad.

   De ésta manera no somos conscientes de las causas profundas de nuestros deseos, ni del por qué los demás tienen deseos opuestos  a los nuestros, es decir, no somos conscientes de todos los aspectos de la realidad humana. 

  Cuando nuestros deseos nos provocan resistencias internas, también buscamos justificaciones para ellos, y armados con ellas, intentamos someter a nuestras resistencias, las cuales están formadas por las limitaciones de nuestras capacidades, por nuestras creencias, por nuestras emociones y por nuestro sentido de la moralidad. Para someterlas recurrimos a unas estrategias particulares y complejas, y si fallan, recurrimos a la fuerza que nos han dado nuestros deseos y nuestras justificaciones.

   De ésta manera no somos conscientes de las causas profundas de nuestros deseos, con lo cual no comprendemos nuestra realidad interior. 

  Cuando nos domina algún deseo,vemos a las resistencias como obstáculos y como causas de dolor, y así, no somos conscientes de que a falta de una comprensión profunda y de una aceptación de la realidad, las resistencias son la única protección contra los peligros y los sufrimientos. 

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  Hasta ahora, cuando hay acuerdos entre los seres humanos, se acaban los conflictos ellos, pero la mayoría de las veces los demás seres vivos pagan las consecuencias, y el Hombre provoca más más destruscción y más desequilibrios a la Naturaleza.  Frente éllo, a falta de una comprensión profunda, el Hombre sólo tiene como freno las resistencias que le oponen los demás seres vivos y la Naturaleza.