Observar y reflexionar sobre las creencias y las actitudes de los demás, y ver que tienen creencias y actitudes diferentes a las nuestras, nos produce algún tipo de dolor:
*Unas veces el dolor nos lo produce el creer que los demás pueden ser peligrosos para nosotros, o para otras personas, o que pueden causar dolor a otras personas.
*Otras veces, el dolor nos lo produce el creer que los demás son un obstáculo para conseguir nuestros deseos de cosas concretas, o para hallar satisfacciones, o para conseguir parcelas de un mundo a nuestra medida.
*Con frecuencia el dolor nos lo produce el creer que como tienen creencias y actitudes diferentes a las nuestraas, eso les hará sufrir. Y aunque sentimos un dolor compasivo cuando vemos sufrir a quienes tienen creencias y actitudes diferentes a las nuestras, ese dolor solemos usarlo como argumento para intentar convencer a todos aquellos que nos rodean de que adopten nuestras creencias y actitudes.
Tanto ante el dolor que sentimos nosotros, como ante el que sienten los demás, unas veces nos sentimos esperanzados creyendo que los demás cambiarán o que les haremos cambiar, y otras veces nos sentimos impotentes, pues no confiamos en que cambien ni en que les podremos hacer cambiar. Y cada cual sigue sus intuiciones y su nivel de conciencia.
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