Quien busca con esperanza y con estrategias, puede hallar lo deseado.
Quien busca con la sencillez y la naturalidad de las mariposas, puede encontrar lo suficiente.
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Hay una etapa de nuestra vida, en la que todo lo basamos en encontrar lo buscado. En ésta etapa, cuando encontramos algo de lo buscado sentimos una gran satisfacción y un gran entusiasmo, y consciente o inconscientemente, creemos o sentimos que lo encontrado nos resultará suficiente para el propósito para el que lo buscábamos. Pero poco a poco, llegan las decepciones, poco a poco, las satisfacciones y los entusiasmos pierden energía, y sólo unas pocas cosas de las que habíamos conseguido nos resultan suficientes. Ante ésta situación se nos presentan las siguientes opciones:
*La desconfianza en todo, el escepticismo, la resignación, el victimismo.
*Buscar cosas nuevas, con nuevas energías y nuevas estrategias.
*Buscar menos cosas y hacernos más receptivos al flujo natural de Universo y a la conciencia.
El desconfiado, el escéptico, el resignado, el victimista, ni encuentra ni se libera.
El que intenta encontrar lo buscado, encuentra algo, pero no lo que le resulta suficiente.
El que se hace más receptivo, cada vez acepta más cosas de las que le llegan, y así, cada vez está más sereno y se siente más lleno, pues cada vez necesita menos.
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