Para dominar, el Hombre usa sus conocimientos. Cuando el Hombre ejerce algún grado de dominio sobre la Naturaleza, sobre los demás seres vivos y sobre las demás personas, les causa siempre algún grado de destrucción.
El Hombre cree que si no ejerce dominio no puede conseguir lo deseado ni evitar lo temido, así el Hombre siempre está aumentando su capacidad de dominio, pero al destruir está limitando sus propias posibilidades. El grado de destrucción medioambiental que el Hombre ha causado es un buen ejemplo de ejemplo de ésto.
Cuando el Hombre ejerce dominio sobre sus semejantes, siempre les causa un grado destrucción sobre sus cuerpos y sobre su mundo interior.
La gran mayoría de las personas creen que conseguir lo deseado es lo más importante. Cuando éstas personas se encuentran con que nadie tiene ningún poder sobre ellas, se convierten en grandes destructoras, tanto de la Naturaleza, como de los demás seres vivos, como de las demás personas.
Lao Tse decía que cuanto más conocemos menos comprendemos, así, cuando usamos nuestros conocimientos para dominar, podemos decir, que la inteligencia juega en contra de nosotros. Para utilizar nuestra inteligencia a su nuestro favor se requiere comprensión.
Cuando creamos algo sentimos plenitud, satisfacción, seguridad, libertad, sabiduría, amor.
¿Qué es lo que podemos crear sin provocar algún grado de dominio y de destrucción?
Cuando aceptamos la realidad y armonizamos con ella, también nos sentimos plenos, satisfechos, seguros, libres, sabios y sentimos amor.
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