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Aquel día, el viejo profesor empezó la clase haciendo una afirmación con el objetivo de provocar diversas reacciones entre sus alumnos. Escogió para ello la siguiente afirmación:
"En nuestra sociedad, la libertad sólo es posible en soledad"
-Yo creo que en compañía de los demás también se puede ser libre, yo me siento libre en compañía de mis amigos. -Dijo un alumno, y los demás estuvieron de acuerdo.
-Bien. Pero cuando tú y tus amigos estáis juntos os dedicáis a cosas muy diversas, pero siempre buscando placeres, diversiones, consumo, y puede que también buscando desarrollar vuestros potenciales, o incluso os dedicáis a buscar cosas profundas, pero cuando os aburrís no lo soportáis, y entonces toda vuestra energía y vuestra atención la ponéis en conseguir cosas placenteras que venzan al aburrimiento. Así, no sois libres, sois esclavos del aburrimiento y del placer. Aunque los adultos hagan cosas diferentes a las vuestras, y tengan deseos diferentes, ese mecanismo también es el que domina en sus vidas. -Dijo el viejo profesor.
-Pues yo con mis amigos me siento libre, pero sólo con ellos. Pues solamente con ellos puedo decir todo lo que pienso y lo que siento y ellos me aceptan como soy, además puedo desarrollar lo que realmente me gusta y sé que puedo confiar en ellos. -Insistió el mismo alumno.
-Las relaciones de amistad, al igual que cualquier otro tipo de relación amorosa (con la excepción del amor que sienten la mayoría de las madres y de los padres por sus hijos), son unas relaciones de amor condicional.Tus amigos son tus amigos porque les das aquello que a ellos les gusta, el día que dejes de dárselo, o el día en el que lo que les des les resulte insuficiente, dejarán de sentir amistad hacia ti. La regla general es que se nos ama por lo que damos o por lo que ayudamos a los demás y para dárselo o para ayudarles perdemos libertad, y aunque en raras ocasiones no tenemos que perder libertad para complacerles pues les resulta suficiente con lo que les damos sin que tengamos que esforzarnos o sacrificarnos, en los demás casos se cumple la regla general, y hay otra regla: a nadie se le ama porque sea libre, por eso, quien quiere ser amado pierde su libertad a cambio de los placeres y satisfacciones que le produce el sentirse amado. -Dijo el viejo profesor.
-Pero en soledad también se puede ser prisionero de los distintos deseos, sobre todo del deseo de sentirse amado. -Argumentó una alumna.
-Pero sólo en soledad tenéis la posibilidad de vivir en vuestro mundo interior y de encontrar en él cosas que os liberen del aburrimiento, del placer, o de cualquier otro deseo. -Replicó el viejo profesor. Los alumnos guardaron silencio debido a que no encontraban argumentos con los que rebatir al viejo profesor, pero éste tenía la intención de explorar en otros aspectos de la libertad y del poder, y así hizo la siguiente afirmación:
"En nuestra sociedad, las creencias dominantes transforman la libertad en poder, y así el poder impide la verdadera libertad."
-Sin embargo, los defensores de las creencias en los valores de la libertad al luchar por ellas fueron los que conquistaron las libertades que ahora tenemos y son los que las defienden y consiguen que continuemos teniéndolas. -Argumentó otra alumna. Ante esto el viejo profesor dijo:
-Tus argumentos están muy bien elaborados, y aunque son compartidos por todos los demócratas, se quedan en la superficie de lo que es la libertad. Fíjate bien en como en nuestra sociedad todos los individuos, todos los grupos sociales, todas las miles y miles de organizaciones y asociaciones que existen, están continuamente exigiendo derechos y libertades para ellos. Cuando consigue algo de lo que exigen, ese algo siempre tiene la consecuencia de que aumenta su poder sobre otros ciudadanos. Así por ejemplo, si el sindicalista consigue aumentar los derechos y libertades de los trabajadores eso significa aumentar su poder sobre los empresarios, si son los empresarios los que consiguen aumentar sus libertades y sus derechos, eso significa aumentar su poder sobre los trabajadores, y de la misma manera, si cualquier grupo social, si cualquier colectivo consigue aquello que exige, en todos los casos eso significará que ese grupo social aumentará su poder sobre otros grupos sociales o sobre muchos ciudadanos. Por último, analiza lo siguiente: Cuando alguien hace alguna huelga, alguna protesta callejera, o alguna manifestación, lo hace exigiendo así sus derechos, y al hacerlo está ejerciendo su libertad, pero está reduciendo la libertad de muchos otros ciudadanos. -El viejo profesor hizo una breve pausa y continuó:
-Veréis, mucha gente dice que no somos libres porque estamos sometidos a las leyes creadas y aplicadas por el Estado, y a que muchas veces esas leyes son injustas y están hechas a favor de unos y en contra de otros, pero esas libertades las perdemos a cambio de la seguridad, de la convivencia y de otros beneficios que nos facilita el Estado. Pero las libertades que perdemos a manos del poder ejercido por los diversos grupos sociales las perdemos a cambio de nada, pues los grupos sociales sólo piden libertad y derechos para ellos solos.
-Entonces, esto significa que nuestra sociedad no está basada en las libertades y en los derechos democráticos, sino en un complejo sistema de poder, o sea que nos mienten. -Dijo otro alumno.
-Yo diría que no se trata tanto de una mentira, como de la justificación de unas creencias y de unos deseos, y también podemos verlo como que los defensores del régimen democrático no ven, o no quieren reconocer, las contradicciones insalvables de esas creencias y de esos deseos. Veréis, como la creencia dominante es que lo más importante es conseguir lo deseado, las libertades y los derechos sólo se buscan con la intención de que sirvan como herramientas, como medios, para conseguir lo deseado, y así la libertad se pierde a manos de los deseos. Como lo más importante es conseguir lo deseado surgen los conflictos de todo tipo, y todo conflicto tiene un ganador, (aunque el ganador obtenga su triunfo en las urnas y de manera democrática) el ganador impone su poder a los vencidos e incluso a veces al conjunto de la sociedad, con lo cual, las libertades y los derechos democráticos son en realidad un régimen político, pero no un sistema dominado por la verdadera libertad, sino por un complejo sistema de poder, con lo cual, las únicas libertades posibles son las que permita ese sistema de poder. -Dijo el viejo profesor.
-Pero este sistema de poder es el que más libertades nos permite.
-Dijo otro alumno.
-Pero si no cambian las actuales creencias sobre los deseos, y si la gente ve que este sistema no es capaz de satisfacer sus deseos más importantes, se acabará este sistema de poder, y entonces surgirán tres posibilidades: Algún caos violento, algún tipo de dictadura, o alguna verdadera revolución que traiga aparejada un nuevo sistema de creencias. -Concluyó el viejo profesor.
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