jueves, 19 de septiembre de 2019

DISCRIMINACIÓN



   Burro es lo que llamamos a quien consideramos estúpido, tonto.

   De caballo viene la palabra caballero, el noble el superior.

   El burro es un animal que en otros tiempos fue muy útil, pero sólo a las clases sociales pobres. 

    El caballo fue muy útil en las guerras,  fue el símbolo de la nobleza, y muy apreciado por los aficionados a la hípica, y aunque ha sido útil para el trabajo, su buena fama no le viene de esa utilidad,y siempre se le ha considerado como superior al burro.

   Hoy día, el caballo nos parece mucho más bello que el burro, y por lo tanto merece mucha más admiración. Existe la hípica, pero no existe nada parecido respecto a los burros, no se lee encuentra esas utilidades.

   Discriminamos a los animales por sus características y apariencias diferentes, y por las mismas razones, consciente o inconscientemente, discriminamos a los seres humanos. 

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-¡Cuánta discriminación!, ¡Cuanto racismo! ¡Cuanto machismo!, ¡Cuanta homofobia! ¡Cuanta intolerancia! ¡Cuánto....! Parece mentira que en pleno siglo XXI sigan estos comportamientos tan injustos y tan inmorales. -Dijo indignada una alumna. Todos los alumnos estuvieron de acuerdo y todos miraron al viejo profesor para que éste les diera la razón, ante lo cual éste les dijo:

  -Estoy de acuerdo con vosotros y con quienes denuncian estas actitudes, pues son una fuerte injusticia  y una causa de mucho sufrimiento y de pérdida de libertad y de derechos para los discriminados, pero no comparto con la sociedad la causas de las actitudes discriminadoras. Me explico, y os ruego un poco de paciencia porque la explicación será larga.

  * Para empezar, en las discriminaciones se dan dos aspectos que presentan diferente peso según las circunstancias. Se trata del desprecio y del miedo. Desprecio hacia aquel a quien se considera inferior. Miedo hacia aquel a quien se considera inmoral, y porque al considerarlo inmoral también se le considera peligroso. Es decir, desprecio hacia el "tonto", miedo hacia el "malo". Pero se considera "tonto" o "malo" no a quien lo es pues eso no hay manera de demostrarlo, sino a quien no reúne las condiciones que la sociedad exige.

 * Debido a que el Hombre es un ser social, y debido a que pronto se fue demostrando que asociarse unos con otros era un forma útil para conseguir lo deseado y defenderse de los rivales y de los enemigos, fueron apareciendo diversas formas de asociación: Familias extensas, clanes, tribus, naciones, y otros muchos tipos de organizaciones basadas en intereses diferentes y en diferentes señas de identidad, en diferentes creencias. Estas organizaciones se definen a ellas mismas, en primer lugar, por sentirse diferentes a las demás, pero sentirse diferente también les lleva a sentirse orgullosas de sí mismas, y al sentirse orgullosas de sí mismas el siguiente paso es considerarse superiores, y esta dinámica se sigue dando en la actualidad cono mucha fuerza. Aquí encontramos la primera raíz de la discriminación, del racismo,  y sin embargo, en la actualidad está muy bien visto que cualquier tipo de asociación, cualquier tipo de grupo humano se sienta orgulloso de sus señas de identidad, y por lo tanto, nadie repara en esto como causa de discriminación. 

 * Todas las civilizaciones conocidas se han basado siempre en conseguir unos deseos, en luchar por esos deseos. En esta situación, y por razones muy diversas, siempre hay quien está más capacitado que los demás para conseguir aquellas cosas que la sociedad considera como las más valiosas. Y aquí surgen también grandes discriminaciones, es decir, se discrimina por "tonto", por "inútil" al menos capaz, al que no encaja con la visión que se tiene de lo más necesario, y se discrimina por "malo" a aquel que pone obstáculos o es un peligro para la consecución de lo deseado.

 * La sociedad recurre a unos premios en proporción a la aptitud y a los beneficios económicos y sociales que cada cual produce, como por ejemplo mejores sueldos y otros privilegios, y así, los discriminados se esfuerzan por convencer a toda la sociedad a base de hechos, de que no hay razón alguna para que se les discrimine, y al hacer esto, aumentan su utilidad para que la sociedad consiga aquello que más valora. Como lo que más valora la sociedad es lo que más valoran los poderosos, la discriminación es un eficaz sistema de poder y de obtención de riqueza, pues el discriminado tiende a volverse dócil y eficaz en sus trabajos y profesiones para que no le discriminen, para optar a los mismos derechos y a los mismos premios.

  * Nuestra sociedad se basa en diferentes niveles e intensidades de poder de unos individuos sobre otros, así, los que tienen cierto poder sobre alguien pueden recurrir al argumento justificativo de que ellos son los mejores, los más aptos e incluso moralmente superiores a aquellos sobre los que ejercen su poder, (ellos son los caballos, los dominados son los burros) y así se atribuyen el derecho de imponer su poder y sus normas. 

  * Uno de los premios que ofrece nuestra sociedad es el amor y la admiración. Así, para conseguir ese premio tenemos que mostrarnos como los más útiles y como los más virtuosos a la hora a la hora de satisfacer las exigencias de quienes nos premian, pero surge la comparación, y donde hay útiles también hay inútiles, y donde hay virtuosos también hay inmorales, y donde hay caballos también hay burros, y aquí surge otra causa de discriminación. 

 * Tenemos un ego muy fuerte, un ego que quiere brillar sobre los demás, y ese ego se compara con las demás personas y tiende a creerse superior, en especial sobre quienes ve muy diferentes a él y a quienes ve que la sociedad aprecia menos que a él. -Dijo el viejo profesor, e hizo una pausa que un alumno aprovechó para decir:

  -Todo esto que has dicho cuestiona profundamente el paradigma, las bases de nuestra sociedad, ¿No es así?

  -Efectivamente, y la sociedad no puede aceptar que se cuestionen sus bases, sólo se aceptan cambios parciales. Los que tienen cualquier tipo de poder o de privilegios, porque eso pone en peligro su pode y sus privilegios, y el resto de la sociedad, porque eso les obligaría a cambiar profundamente sus creencias y sus formas de vida, y eso es lo que que más difícil le resulta al Hombre actual. Así, la sociedad falsifica las causas reales de las discriminaciones y las explica utilizando causa morales o incluso psicológicas, es decir, se considera inmoral y malvado al discriminador, o un loco, o un perturbado y por el contrario suele considerarse bondadoso y moral al discriminado, y esto nos impide ver la realidad, y esto es aprovechado a veces por los discriminados para recurrir al victimismo y al chantaje emocional y moral con el objetivo de conseguir aquello que desean. Además, el discriminado, si pasa a tener cierto poder, también discriminará a su viejo discriminador. 

  -¿Hay ahora más discriminación o menos que en el pasado? -Preguntó una alumna.

  -Menos. Y esto se debe a tres grandes razones. Por un lado las conciencias han evolucionado de tal manera que ahora son más morales y más compasivas que en el pasado. Por otro lado porque el mayor conocimiento sobre la naturaleza humana muestra que no hay diferencias de potenciales para conseguir lo deseado, que tampoco hay diferencias de inteligencia o de moralidad entre las razas, o entre los sexos, o entre las diferentes tendencias sexuales, siendo las diferencias de fuerza física entre los sexos algo que hoy día no tiene apenas importancia debido al desarrollo tecnológico. En tercer lugar, porque la ciencia y la tecnología permite a mucha gente con discapacidades físicas e incluso intelectuales, ser útiles a la sociedad, a veces incluso más útiles que gente sin ninguna discapacidad. -Contestó el viejo profesor. 

   -Me ha parecido muy interesante y yo nunca lo había visto así. -Dijo una alumna. 

  -Cualquiera puede verlo así si se libera de las creencias y de los valores dominantes de esta sociedad, en especial de las visiones moralistas. La moralidad a veces es útil para la convivencia, pero la moralidad es un serio obstáculo para comprender la realidad de las cosas, y no olvidéis que los moralistas tienen una fuerte tendencia a discriminar a los "inmorales", tened cuidado con eso cuando os indignéis contra los discriminadores. -Concluyó el viejo profesor.    

   



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