martes, 10 de septiembre de 2019
CONCEPTOS Y PARADIGMAS
-¿Qué son para ti los conceptos y los paradigmas? -Preguntó el nuevo alumno al viejo profesor.
-Verás, los conceptos tienen el significado que cada paradigma les de. Es algo de lo que la gran mayoría de la gente no es consciente, pues tampoco es consciente del paradigma en el que vive, para la mayoría de la gente los conceptos son algo normal, algo natural, algo que no se plantean ni se cuestionan, la mayoría de la gente a lo único a lo que le presta atención es a la opinión, a la creencia, sobre cada concepto. Si por ejemplo cogemos el concepto "derechos", las opiniones y las creencias serán diferentes pero todas ellas estarán dentro del paradigma dominante. -Contestó el viejo profesor.
-¿Cuál es el paradigma de nuestra sociedad? -Volvió a preguntar el nuevo alumno.
-Para nuestra sociedad lo más importante es conseguir lo deseado. Existen deseos muy diferentes, pero conseguir lo deseado es común a la gran mayoría de la gente. Existen deseos que se consideran legítimos y otros ilegítimos, existen diversas maneras de conseguir lo deseado, y esas maneras muchas veces son cuestionadas, pero casi nadie se cuestiona la creencia de que lo más importante es conseguir lo deseado. Conseguir lo deseado a veces causa daños y sufrimientos a los demás, causa diversas destrucciones, causa abusos, injusticias, crueldades, etc, y ante esto nuestra sociedad sólo ha sabido desarrollar dos mecanismos de canalizar la consecución de los deseos y de intentar evitar los daños producidos por las diferentes formas de conseguirlos, esos mecanismos son la moralidad y las leyes. Así, cuando se presenta cualquier concepto, ese concepto sólo tiene sentido dentro de este paradigma. Hoy día existen paradigmas diferentes, pero todos ellos sólo tienen un puñado de seguidores, cuando estas minorías hablan desde su propio paradigma, el resto de la sociedad no les entiende, o bien saca ideas equivocadas, por eso, para que la gente se entienda todos tienen que hablar desde el mismo paradigma. -Contestó el viejo profesor.
-Tú no pareces interesado en los problema sociales, ¿a qué se debe? -Preguntó el alumno nuevo.
-Verás, yo creo que con la mejor de las creencias del paradigma que domina en nuestra sociedad, en el mejor de los casos, las cosas mejorarían algo, incluso puede que mucho, e incluso puede que se solucionaran algunos de los problemas que más nos preocupan, pero mientras domine el actual paradigma, esas mejoras no acabarían con los conflictos, y no aparecerán vías de solución diferentes a las actuales, y por lo tanto, seguirían existiendo unos problemas que a la gente le resultarían muy difíciles de solucionar y les causarían muchos sufrimientos, pues los problemas actuales y los que puedan venir en el futuro, tienen su raíz, no en que no domine la mejor creencia posible, ni tampoco en que no se apliquen y se cumplan las mejores leyes posibles, sino en el propio paradigma dominante. -Contestó el viejo profesor.
-¿Hay alguna manera de poder cambiar el actual paradigma dominante? -Preguntó el alumno nuevo.
-En teoría, cualquier individuo puede hacerlo, yo mismo lo he hecho aunque me queden restos del viejo paradigma, y conozco a personas que también lo han hecho, pero otra cosa es cambiar el paradigma de la sociedad, y así, han sido muy pocas las veces en las que las sociedades han cambiado de paradigma, y cuando lo han hecho siempre se ha debido a las diversas tragedias o a las grandes frustraciones e insatisfacciones que han sufrido esas sociedades. Ha sido el sufrimiento causado por un paradigma el que les obligó a cambiarlo por otro, pues el Hombre, en tanto que ser social, no ha aprendido todavía a cambiar de otra manera. -Concluyó el viejo profesor.
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