sábado, 28 de septiembre de 2019

CONOCER LO QUE AÚN NO CONOCEMOS



  -¿Qué pasaría si pudiéramos conocer todos los secretos que nos ocultan los poderosos? ¿Si pudiéramos conocer la verdad sobre lo que nos dice la gente? ¿Si pudiéramos conocer los secretos de lo Divino, del Universo, de la Naturaleza y del Hombre? -Preguntó una alumna.

 -Veréis, eso no lo sabemos ni podemos saberlo. Sin embargo, lo que sí que podemos conocer es lo que hace el Hombre con aquello que va descubriendo, con aquello que va conociendo. ¿Por cierto, qué es lo que hace el Hombre con ello? -Dijo el viejo profesor.

  Ante esta pregunta, los alumnos quedaron desconcertados, y de momento no supieron qué decir, aunque al cabo de unos momentos empezaron a contestar y surgió una larga lista de cosas que el Hombre hacía con lo que iba conociendo, y finalmente, el viejo profesor les dijo: 

  -Veréis, toda esta lista se puede agrupar en dos columnas: La columna de conseguir lo deseado y de luchar contra los problemas que se producen debido a lo que se hace para conseguirlo, y la columna de usar lo conocido para ser libres y para buscar la armonía con lo conocido, lo cual significa liberación. Pues bien, eso mismo es lo que el Hombre seguiría haciendo si conociera lo que aún no conoce. Es indudable que a nivel social y político habría cambios, pero continuaría la misma dinámica.

  -Yo creo que habría cambios mucho más profundos, mucho más importantes, yo creo que sería una auténtica revolución. -Dijo un alumno. 

  -Tal vez tengas razón, pero creo que hemos de ser conscientes que con saber lo que aún no sabemos no es suficiente para que se produzcan los cambios de los que hablas, ni tampoco los cambios internos en el individuo. Tras el conocer quedan todavía dos grandes aspectos: 

  * Comprender. Se trata de comprender en toda su profundidad todas las consecuencias, todo el alcance de lo nuevo que conocemos, y este comprender es sabiduría, es elevación de la conciencia. 

  * Tras comprender viene el aceptar lo conocido y lo comprendido. ¿Sois conscientes de lo que os cuesta aceptar las cosas que son ciertas pero que no os gustan? ¿Habéis observado como reacciona la gente ante las verdades que no les gustan o que no les convienen? Todos sabéis que al principio se niegan y después se buscan maneras de justificarlas, de manipularlas, de darles la vuelta, de buscar que encajen con nuestros deseos y con nuestras creencias, y así la nueva verdad no queda desnuda, sino disfrazada a nuestro gusto.

  Por todo esto, conocer no significa siempre comprender ni tampoco aceptar, y sólo cuando se acepta se produce el verdadero  y profundo cambio, y también puede empezar a producirse la armonía y la liberación. Sin embargo, quien usa el conocimiento sólo para conseguir lo deseado, difícilmente podrá llegar a la verdadera comprensión y aceptación de la realidad de las cosas, para él lo importante es conseguir, y por lo tanto con el conocimiento necesario para ello ya le basta y no sigue ahondando ni en la comprensión de la totalidad ni en su aceptación. -Dijo el viejo profesor. 

  -¿Y qué pasa con quienes buscan la armonía y la liberación? 
 -Preguntó el mismo alumno.

  -Que comprender y aceptar se convierte en un horizonte, en un camino, en un proceso, y que todo eso requiere una exploración, una reflexión y un caminar constante, y para que todo eso florezca y de frutos se necesita tiempo y elevación de la conciencia. 
  -Concluyó el viejo profesor. 

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