Continuamente, y desde multitud de ámbitos, se nos dice que tomemos conciencia sobre determinadas injusticias o sobre determinados problemas, aunque no se nos llama a tomar conciencia sobre las causas profundas de esas injusticias y de esos problemas.
Nuestras reacciones más inmediatas son emocionales, compasivas y morales, y después consisten en hacer unas reflexiones, las cuales, la mayoría de las veces se centran solamente en los aspectos que nos muestran aquellos que nos llaman a tomar concincia.
De ésta manera, pocas veces tomamos conciencia sobre los objetivos que tienen aquellos que nos llaman a tomar conciencia. Éstas personas buscan que creamos lo que ellos creen, o lo que nos dicen que creen, que nos sumemos a sus causas, y por lo tanto, las injusticias y los problemas los presentan vestidos de forma que nos conmuevan, que nos convenzan. Y nos venden la esperanza de que si adoptamos sus creencias y nos sumamos a sus causas, no sólo ses acabarán las injusticias y se solucionarán los problemas de la sociedad, sino que nos sentiremos satisfechos con nosotros mismos y nuestra vida será mucho mejor.
Existe otra forma de tomar conciencia, se trata de la que tomamos sin que nadie nos diga sobre qué tenemos que tomarla, de la que tomamos sobre los aspectos que nosotros escogemos llevados solamente por lo que nuestras comprensiones más profundas nos muestran.
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Es creencia general que quienes nos llaman a tomar conciencia sobre injusticias y sobre problemas sean personas que se oponen a los poderosos, personas con actitudes innovadoras o reformadoras, o rebeldes.
Sin embargo, las personas de creencias conservadoras a veces también denuncian injusticias y problemas, y también recurren a las mismas estrategias que las personas innovadoras, reformadoras o rebeldes.
En cuanto a los poderosos, nos llaman a que tomemos conciencia de que bajo su poder es como mejor podemos cubrir nuestras necesidades, conseguir nuestros deseos, evitar los problemas y solucionarlos, y también recurren a las mismas estrategias que todos los demás.
Por otra parte existen los ambiciosos, los cuales se producen tanto en los ámbitos innovadores como en los ámbitos conservadores, y ellos también recurren a las mismas estrategias.
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