La mariposa, impulsada por su impulso vital, alterna las alas cerradas y las alas abiertas, y así alterna la acción y la receptividad, y así se produce la armonía.
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Cuando nacemos lo hacemos dotados de unos impulsos. Éstos impulsos nos llevan a seguir viviendo, a conseguir lo que necesitamos, a saber lo que no sabemos, y a fundirnos con el Universo.
La inseguridad frente a los peligros, y los fracasos a la hora de conseguir, de saber, y de fundirnos con el Universo, nos producen insatisfacciones. Frente a los peligros buscamos seguridad, y frente a las insatisfacciones buscamos satisfacciones, y éstas búsquedas llevan al Hombre a desarrollar creencias y visiones sobre la realidad, y a elobarar tácticas y estrategias en la que basar todo aquello que cree que necesita hacer para hallar la seguridad y la satisfacción.
Las creencias y visiones que el Hombre va desarrollando, nunca satisfacen a todos, y la mayoría de las veces sólo satisfacen a una minoría. Y lo mismo puede decirse de las tácticas y de las estrategias. De ésta manera, los no satisfechos buscan nuevas creencias y nuevas visiones, nuevas tácticas y nuevas estrategias, las cuales se encontrarán con que la dinámica anterior se repite. Y así siempre hay insatisfechos, siempre hay desacuerdos, siempre hay conflictos y destrucciones, pero la búsqueda de la satisfacción hace que se produzcan cambios, mejoras, aumento de lo conocimientos, de las capacidades, de la creatividad, y así la insatisfacción se convierte en un motos de cambio y de evolución. Estamos ante un motor de tipo Yang.
Pero éste motor por sí sólo resulta insuficiente, y por lo tanto se necesita otro motor, y ese motor sólo lo pueden aportar las comprensiones profundas y las aceptaciones que se producen debido a la serenidad y a la receptividad. Estamos ante un motor de tipo Yin. Las comprensiones profundas nos permiten ver el funcionamiento natural de las cosas, y cuando aceptamos ese funcionamiento, dejamos de crear conflictos y de producir destrucciones.
La mayoría de las veces nos encontramos con una tensióon entre el motor Yang y el motor Yin, pues mientras que el motor Yang tiende a reducir la serenidad y la receptividad, el motor Yin tiende a robarnos energía para la acción. Pero ésta tensión no es una contradicción, pues ambos motores son complementarios, y además se pueden alternar, y en el Universo se están alternando continuamente. Por eso, pretender que uno de los motores domine sobre el otro es una desarmonía con el fluir natural del Universo.
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