lunes, 7 de noviembre de 2022

PROMESAS Y ESPERANZAS

 

 Unas veces compartiendo libremente, otras veces presos de nuestras promesas y de nuestras esperanzas. El gato que está tras las rejas, ¿está prometiendo o está esperando?

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Con frecuencia, las promesas son vistas como actos de amor y de generosidad por parte de quien las hace, y que producen unas bellas y placenteras esperanzas en aquel o en aquellos a quienes se les promete, con lo cual éstos sienten amor hacia el que les hace la promesa. Cuando el que promete cumple, y quienes reciben se muestran agradecidos, se refuerzan los lazos amorosos entre ellos. Cuando el que promete no cumple, o cuando el que recibe no se muestra tan agradecido como el que prometió esperaba, surgen sentimientos de culpa, decepciones, acusaciones, justificaciones, y los los lazos amorosos se debilitan o se rompen. 


  Otras veces, el que promete lo hace sólo con la esperanza de conseguir algo a cambio, y el que tiene la esperanza, la tiene sólo porque cree que así podrá conseguir lo que necesita o lo que desea. Cuando el que promete cumple y el que desea muestra el agradecidimiento que el que prometió esperaba, las relaciones son buenas aunque sean de dependencia mutua. Cuando el que promete no cumple, o el que recibe no se muestra tan agradecido como esperaba el que prometió, entonces surgen las decepciones, las acusaciones, las justificaciones y los conflictos. 


  En todos los casos, el que promete se ata a la obligación de cumplir sus promesas, y casi siempre se ata también a las esperanzas de conseguir una recompensa. En todos los casos, el esperanzado se ata a sus necesidades y a sus deseos, a la dependencia respecto al que promete, y a la obligación de ser agradecido. 


  De éstas dinámicas sólo nos liberamos en esas situaciones en las que somos autosuficientes en lo material y en lo emocional. En éstos casos, de manera natural surgen en nosotros los sentimientos generosos y así podemos compartir con los demás lo que tenemos y lo que llevamos dentro sin tener que hacer promesas y tener esperanzas de que seremos recompensados. 

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