Con su sencillez y con su naturalidad, la mariposa nos puede servir como despertador de todos los potenciales que llevamos dentro. Los verdaderos sabios son como las mariposas.
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La aceptación de la realidad por nosotros mismos es la vía que nos permite liberarnos y armonizar. Sin embargo, ésta vía presenta dos dificultades:
*La primera consiste en distinguir la realidad de las ilusiones.
*La segunda no consiste en conocer toda la realidad, sino en aceptar la parte de la realidad que conocemos, pues esa parte se rige por las mismas leyes y tiene la misma naturaleza, que aquella parte que no conocemos.
Éstas dos dificultades son las que con frecuencia llevan al individuo a perderse en complejidades, en artificios, en engaños, en ilusiones, en creencias. Éstas dos dificultades se deben al insuficiente desarrollo de nuestro nivel de conciencia, un nivel que no sabemos como elevar, un nivel que nadie puede ayudarnos a elevar.
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