La paloma agitada, de lo fértil se aleja.
La paloma serena, con lo fértil se alimenta.
La agitación a veces nos produce éxitos, otras veces nos produce fracados.
Unas veces hace que nos amen, otras veces hace que nos desprecien o nos odien.
Unas veces nos libera de opresiones ajenas, otras nos ata a nuestras propias cadenas.
Unas veces nos produce placer, otras veces nos produce dolor.
La serenidad es amiga alegre de soledad.
Aunque llena los vacíos con lo que halla en lo interno y en lo externo,
algunos la ven como un impedimento para los gozos intensos.
Sólo la necesidad nos abre las puertas a la comprensión satisfecha.
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