En la senda espiritual, la intuición es, tras la conciencia, la fuente más certera de conocimiento. Pero unas veces requiere que la escuchemos, y otras veces requiere cierto grado de sencillez, de serenidad, de liberarnos de nuestras creencias, y todo ello, a su vez requiere, que nuestro ego vaya reduciendo su poder sobre nosotros para que en nuestro interior vaya quedando más espacio para la conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario