*Cada persona nace con sus propios impulsos y potenciales, todos los cuales son naturales. De ésta manera, los impulsos y los potenciales se complementan unos a otros en el orden del Universo. Pero la sociedad no se rige por principios naturales, sino por los principios impuestos por los poderosos y por quienes están de acuerdo con los principios que los poderosos han impuesto.
Entre las consecuencias de ésto, está el hecho de que dentro de los individuos, con frecuencia se desarrollan impulsos y potenciales artificiales que tienen como objetivo adaptarse a las exigencias y a las promesas de los principios dominantes en la sociedad. Éstos principios y potenciales, son argumentados y justificados a través de diversas creencias complejas.
*Junto ésto están las creencias y las ilusiones particulares de cada persona, las cuales no se ajustan a la realidad de sus propias capacidades, ni a la realidad del Universo, desajustes que éstas personas ven como límites.
*Están los límites que nos pone la sociedad con sus normas legales y morales, así como los límites que nos ponen quienes intentan algún tipo de dominio sobre nosotros, o sólo pretenden defenderse de nuestros propósitos.
Cuando el individuo no se rige por principios naturales, si no se encontrara con límites se convirtiría en un tirano peligroso. Y sin embargo, son pocas las personas que comprenden ésto, y que por lo tanto, a los límites con los que se encuentran los ven sólo como una reducción de sus posibilidades, o como una falta de libertades.
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