Aunque cada uno tiene su propia percepción de lo que es más peligroso, así como de los peligros, frente a ellos tenemos una actitud doble:
*Por un lado nos protegemos y buscamos protección, y la seguridad es uno de los principales derechos legales, y proteger y respetar es uno de los grandes principios morales, y exigimos a los demás que respeten esos derechos y esos principios.
*Pro otro lado, corremos diversos riesgos, aunque nadie nos fuerce a ello, a la hora de conseguir lo que deseamos, incluso cuando no necesitamos conseguirlo. Y están las excitaciones placenteras producidas por muchas situaciones de riesgo.
Así, vivimos entre el miedo al peligro, y los riesgos que corremos para alcanzar el éxito. Y todo ello enmarañado por una nube de creencias, de justificaciones y de acusaciones, todo lo cual nos agita y nos perturba el conocimiento y la comprensión de los pensamientos y de los sentimientos certeros, y además, otras veces nuestras necesidades de cosas fiables nos hacen muy crédulos.
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