Por una parte estamos ante una búsqueda de libertad para liberarnos de un dolor y de unos límites, por otra parte estamos ante los deseos de conseguir placeres y satisfacciones, y por otra parte, estamos ante lo que nos permitirá vivir conforme a nuestras visiones profundas sobre la vida.
Cuando se trata de deseos, nos atan con más o menos fuerza, tanto a ellos mismos, como a lo que tenemos que hacer para conseguirlos.
Cuando se trata de vivir conforme a nuestras visiones profundas sobre la vida, se nos van abriendo caminos de liberación interior.
Como límites, obstáculos, y resistencias interiores frente a ésta libertad, y frente a todas las demás, están los deseos, los miedos, y las creencias, todos ellos en sus diversas variantes.
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