La curiosidad.- Se trata tanto del primer impulso natural que nos lleva a buscar conocimientos de todo tipo, como de un mecanismo de supervivencia que nos impulsa a conocer lo que necesitamos para sobrevivir. En ambos casos nos produce unas satisfacciones cuando conseguimos conocer algo, y sólo después viene lo que se puede hacer con lo conocido. Los aspectos a conocer.- La lista es inmensa y cada persona tiene la suya. Sin embargo, todos ellos se pueden agrupar en los siguientes grandes aspectos:
*Los aspectos cotidianos, sencillos y cercanos.
*Los extraordinarios, los complejos, los lejanos.
*Todos los aspectos del Universo y de la Naturaleza
*Todos los aspectos de la vida, de los seres vivos,
del Hombre.
*El conocimiento de nosotros mismos.
Las fuentes de conocimiento.- Aunque creamos que existen muchas, todas ellas se pueden agrupar en las siguientes:
*Nuestra observación y experiencia.
*El conocimiento que nos transmiten los demás.
*El que muchos creen hallar en lo mágico.
*El que muchos creen que ha sido revelado por los dioses.
*El proveniente de la razón y de la ciencia.
*El proveniente de las emociones y sentimientos.
*Lo que descubre la intuición.
*El proveniente del inconsciente.
*El proveniente de los estados alterados del cerebro y de la mente.
Los propósitos.- Todos ellos se pueden agrupar en los siguientes:
*Dominar para conseguir lo deseado y evitar lo temido.
*Cultivar y desarrollar nuestro mundo interior, nuestra espiritualidad.
*Hallar la salvación.
*Hallar la felicidad.
Para unos, éstos aspectos requieren unas capacidades, unas estrategias, unos medios.
Para otros, sólo requieren sencillez, serenidad, y ser receptivos a la conciencia.
Para todos está la cuestión de comprender.
Tras comprender está la cuestión de aceptar, es decir, de vivir de acuerdo con lo comprendido.
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