El miedo es uno de los mecanismos más importantes de supervivencia, pero juega un doble papel: Tener miedo a veces nos protege de los peligros. No tenerlo a veces nos sirve para conseguir lo necesario.
Cuando no está en juego la supervivencia, reinan los siguientes principios:
*Quien tiene miedo NO es libre.
*Quien NO tiene miedo es libre.
Sin embargo, éstas dos afirmaciones requieren las siguientes consideraciones.
*Quien no tiene miedo pero tiene deseos, creencias, o ideales, es potencialmente peligroso para los demás, y se pone en peligro a sí mismo. Además, se ata a sus deseos, a sus creencias, a sus ideales, y surgen personas que corren grandes riesgos para conseguir sus deseos, para imponer sus creencias, para alcanzar sus ideales, lo cual, además, tiene consecuencias dolorosas para otras personas.
*Quien no tiene miedo y orienta su vida a liberarse de sus deseos, de sus creencias, y de sus ideales, a medida que se va liberando de sus ataduras, va dando grandes pasos en su camino espiritual, y no causa daño a los demás.
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