El temor, el poder y la sumisión, van juntos. El que teme intenta dominar, y al hacerlo causa destrucción y temor.
El que acepta, no teme.
El dominio de los dominadores sobre los dominados se produce a través de la fuerza, o del soborno, o del convencimiento, pero en todos los casos, el dominador y el dominado, son esclavos el uno del otro, y ambos de sus deseos y de sus miedos, pero los conflictos siguen latentes, y cuando vuelven abiertamente causan destrucción, dolor y temor.
Cuano el Hombre no acepta lo natural, o no soporta lo artificial, intenta dominar. Cuando no puede dominar, el Hombre teme.
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