La flor y la mariposa se aportan cosas mutuamente, y toda la vida se beneficia de ello. En cada situación podemos escoger entre ser flor y ser mariposa.
Cuando aportamos algo, siempre hay quien lo encuentra una utilidad. Unas veces lo hacemos llevados por nuestra libertad y por nuestra naturalidad, otras veces lo hacemos llevados por nuestro amor y por nuestra compasión, y otras veces lo hacemos llevados por nuestros deseos de ser admirados, premiados y amados.
Sin embargo, sean cuales sean las causas que nos llevan a aportar algo, como siempre hay quienes responden aportando algo, se crea una espiral de aportaciones que beneficia a todos. Ésta es la dinámica que permite la supervivencia del Hombre, que le permite al Hombre disponer de una base para poder desarrollar lo que lleva dentro y para armonizar con el Universo y con la conciencia.
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