Con éstas tres capacidades con las que no ha dotado la evolución y nuestro nivel de conciencia, no siempre podemos ver la realidad de las cosas, y por lo tanto, a veces nos equivocamos.
Sin ellas es imposile que conozcamos la realidad de las cosas, sobre todo la realidad más oculta, y también la realidad más importante para nuestras vidas.
¿Qué podemos hacer ante ésta cuestión
que se nos presenta con apariencia
de paradoja?
Cada uno tiene que buscar sus propias respuestas, y para ello necesita recurrir a éstas tres capacidades, y tiene como los mejores medios para desarrollarlas a la observación atenta, a la sencillez, a la serenidad y al tiempo.
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