Seamos lo que seamos, los seres humanos somos una parte de la realidad del Universo.
*Hay quienes consideran que ser fieles a sí mismos es ser fieles a sus principios morales. Sin embargo, la moralidad es un artificio que no refleja la realidad del Universo, pues su realidad no es moral, sino natural.
*Hay quienes consideran que ser fieles a sí mismos es ser fieles a sus creencias. Sin embargo, las creencias son visiones incompletas y de distorsionadas de las realidad.
*Hay quienes consideran que ser fieles a sí mismos es ser fieles a sus emociones y sentimientos. Sin embargo, las emociones y los sentimientos siempre son visiones más o menos agitadas, más o menos incompletas, más o menos distorsionadas, de la realidad.
Por lo tanto, para ser fieles a nosotros mismos hemos de ir a algo que esté más allá de la moralidad, de las creencias y de las emociones y sentimientos. Ese algo, le demos el nombre que le demos, es lo que conoce la mayor parte de lo que somos, la parte más cercana a la realidad de nuestra verdadera naturaleza, y por lo tanto, la mayor fidelidad a nosotros mismos es ser fieles a ese algo.
La fidelidad a nosotros mismos es la base más sólida para hacer frente a las adversidades que aparezcan en nuestra vida, es también la base más firme para vivir la vida que optemos por vivir, y la estrella más fiable para caminar por el camino que decidamos caminar.
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