Seres humanos, inmersos en la Naturaleza, compartiendo su mundo interior.
Aunque la espiritualidad la cultivamos y la desarrollamos en soledad, vivimos en sociedad y mantenemos relaciones cotidianas directas con diferentes personas, y por lo tanto, el cultivo y el desarrollo de nuestra espiritualidad está relacionado con esas relaciones.
A la hora de emitir nuestra espiritualidad a los demás, necesitamos tener presente varios aspectos:
*Que la mayoría de las personas, o tienen poco desarrollada su espiritualidad, o bien siguen caminos espirituales diferentes al nuestro, y por lo tanto, ejerceremos poca influencia directa sobre ellos.
*Por otra parte, a la hora de influir directamente en alguien hemos de ser muy conscientes de cuales son nuestros propósitos, pues podría ser que estuviéramos intentando ejercer algún tipo de control sobre esas personas, y eso nos esclaviza a nosotros, y les resta libertad a ellos.
*La influencia espiritual más sólida y más libre que podemos ejercer se produce por dos medios: Por un lado a través de energía que desprendemos ante la mirada de los demás, y por otro lado porque nuestra espiritualidad queda en el Universo a la libre disposición de quien quiera usarla.
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