Se considera egoísta a aquella persona que sólo piensa en su propio beneficio, en su propio placer y satisfacción. Ésta es una visión moralista, pero hay otra visión sobre éste tipo de egoísmo, y es que el egoísta al pensar sólo en sus propios deseos, se esclaviza a ellos.
Se considera generosa a aquella persona que amorosamente satisface ciertos deseos o necesidades de los demás, o que les produce placeres y satisfacciones. Ésta es también una visión moralista, pero hay otra visión sobre éste tipo de generosidad, y es que el generoso se esclaviza a todo lo que tiene que hacer en beneficio de los demás.
En éstas dos situaciones, ¿Es posible la libertad?
Mientras la moralidad intervenga no hay posible respuesta a ésta pregunta.
Probemos a buscar la libertad observando el flujo natural del Universo.
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