Cuando no se acepta el flujo natural, las opciones que le quedan al Hombre son los artificios y las complejidades, los cuales el Hombre ve como un signo de que es un ser superior a los demás seres vivos, como un ser especial, y como la razón de todos sus logros. Estos artificios y complejidades se basan en los siguientes aspectos:
*Unas visiones diferentes sobre todas las cosas.
*La creencia de que lo más importante es conseguir lo deseado.
*Unos valores éticos y morales.
*Las diferentes capacidades humanas para crear, para imaginar, para conocer, para controlar.
De ésta manera, ante cualquier idea, ante cualquier creencias, ante cualquier comportamiento humano, tomamos unas actitudes a favor o en contra, actitudes que nos mantienen atrapados en las diferentes tramas complejas que crean todos aquellos que no aceptan el flujo natural.
Un ejemplo ilustrativo de ésto es el siguiente: En la literatura, en el teatro, en el cine, nos encontramos con que lo que se considera como talento artístico no es sólo la calidad del lenguaje y de las imágenes, o las interpretaciones de los actores y de las actrices, o el talento de los escritores y de los directores, sino la complejidad de los personajes y de las situaciones que aparecen.
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