RELACIONES HUMANAS

 

 Los seres humanos tenemos algunas necesidades que sólo podemos cubrir gracias a la ayuda de los demás. La base más sólida de las relaciones humanas, la que además de producirnos grandes satisfacciones, es la más eficaz para cubrir la mayoría de las necesidades que no podemos cubrir nosotros solos, son los afectos, la compasión y las afinidades, cuando de manera natural surgen en nosotros. 

  Como éstos afectos, ésta compasión y éstas afinidades que surgen en cada uno de nosotros sólo son hacia unas cuantas personas, el Ser Humano ha ideado otras dos bases para la convivencia: 

   *El derecho que todo individuo tiene de defenderse cuando le causan daño, así como el derecho a ser protegido por parte de la sociedad. 

  *El deber de respetar a los demás y de ayudarles en ciertas situaciones. 

  Sin embargo, la mayoría de las veces éstas dos bases se convierten en algo muy artificial, muy complejo, o muy difícil de cumplir para el individuo, y ésto le produce muchos trastornos, los cuales siempre se manifiestan en sus comportamientos y creencias. 

  A éstos trastornos se suman los producidos por los demás artificios y complejidades creados por el Ser Humano, los cuales también se manifiestan en los comportamientos y creencias del individuo. 

   De ésta manera, ambos tipos de trastornos interfieren con mucha intensidad en los afectos, en la compasión y en las afinidades que de manera natural surgen entre las personas, perturbando, debilitando, la base más sólida de las relaciones humanas, y dando lugar a las insatisfacciones, al dolor y a los conflictos que se producen en las relaciones humanas, y dificultando así el desarrollo de los demás aspectos de la vida del individuo. 

  Generalmente creemos que el artificio y la complejidad son cosa de los demás, de la sociedad, y creemos que en nosotros todo es natural, y creemos que lo moral es natural, pero éstas creencias forman parte del artificio y de la complejidad.