A la mariposa, la paz interior le hace abrir las alas y ser receptiva a la luz y al calor del Sol.
Al Hombre, la paz interior le hace más receptivo a todo lo que le muestra la conciencia.
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"Vacía tu mente de todo pensamiento.
Que tu corazón esté en paz."
(Tao Te King. Cap. 16)
Para Lao Tse, detrás de los pensamientos están los deseos, o si se prefiere, los deseos generan pensamientos. Así, donde no hay pensamientos no hay deseos y viceversa. De ésta manera es como el corazón puede hallar la paz de forma permanente.
Ésto contrasta con las visiones de la mayoría de las personas, para las cuales, la única paz interior que hallan es la satisfacción que obtienen tras conseguir lo deseado, o bien tras descansar después de una agitación, pero ésta paz sólo dura un tiempo.
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