LA MODERACIÓN AL GOBERNAR

 

  "Para gobernar bien un pais

    no hay nada mejor que la moderación. 

    La marca de un hombre moderado

    es que no se aferra a sus ideas.

    Tolerante como el cielo,

     omnipresente como la luz del sol.

     Firme como una montaña,

     flexible como un árbol al viento,

     sin un destino a la vista

     y haciendo uso de todo,

     la vida ocurre y le trae su camino.

  Nada es imposible para él.

  Debido a su desapego,

  puede cuidar del bienestar de la gente

  como una madre cuida de su hijo."

    (Tao Te King. Cap. 59)

 Tanto para Lao Tse, como para Confucio, como para la teoría del pensamiento democrático occidental, gobernar es servir a los demás, cuidar de su bienestar. Para Lao Tse podemos cuidar de los demás desde el desapego, mientras que para Confucio y para el pensamiento democrático occidental se trata de una cuestión de moralidad. 

  En la actualidad éste principio entra en contradicción, tanto con las creencias de los gobernantes como de los gobernados. Para los gobernantes, porque gobernar es algo que usan en beneficio propio. Para los gobernados, porque sólo apoyan a aquellos gobernantes que les facilitan conseguir su propio beneficio particular. 

  Incluso entre las personas que se ocupan y se preocupan por el bienestar general, siempre domina la creencia de que ese bienestar sólo es posible si la gente se guía por su punto de vista, es decir, en éstas personas se mezclan los sentimientos compasivos, con los deseos de construir mundos a su medida particular. 

  A mi modo de ver, las razones de ésta contradicción están en los diferentes niveles de conciencia de las personas, niveles que dan lugar a deseos y a creencias diferentes, y a que cada ego esté interesado sólo en su propio bienestar y en el triunfo de sus creencias. Ésto contrasta con lo que Lao Tse llama "la marca de un hombre moderado", el cual deja que las cosas fluyan naturalmente. 

  Haciendo éstas reflexiones se me ocurre que es imposible conseguir que actualmente la gente se guíe por la sabiduría de Lao Tse, pero si que es posible que cada uno de nosotros utilice esa sabiduría para orientar su vida, para caminar por su propio camino, para cultivar su propio interior y su propia espiritualidad.