Cuando sentimos dolor, o ante el miedo a sentirlo, se nos presentan diferentes opciones:
*Dominar las situaciones dolorosas.
*Evitar situaciones que nos pueden producir dolor.
*Buscar placeres y satisfacciones.
*Buscar ayuda, compasión y consuelo.
*Aceptar y soportar al dolor.
Nuestras creencias y nuestras capacidades o incapacidades, nos llevarán a buscar los remedios en una u otra opción. Sin embargo, tenemos también la opción de la comprensión que alcancemos, una comprensión que se encuentra con las siguientes dificultades debido al dolor:
*Nos agitamos.
*Nos lleva a centrar nuestras energías y pensamientos sólo en escapar de él.
*Puede llevarnos a cometer errores.
*Con mucha frecuencia nos lleva a crearnos y a creer en diversas ilusiones.
Mientras el dolor tiene cierta intensidad, la búsqueda de un remedio rápido nos impide comprender las causas de nuestro dolor y hallar liberaciones duraderas. Sólo en los momentos en los que el dolor es débil y estamos serenos, podemos alcanzar la comprensión que necesitamos para afrontar el dolor cuando llega, y para liberarnos de él de forma duradera.
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