Hacer para cambiar lo que nos rodea, y para convertirlo en algo a nuestra medida. Ésta actitud la tenemos por igual ante lo natural y ante lo artificial.
Hacer, como forma de amaestrar a los demás o a nosotros mismos a tener en cada situación el comportamiento que creemos que es el más adecuado para dominar las situaciones, para vivir de acuerdo con lo que creemos, para alcanzar los sueños y las ilusiones.
Pero el verdadero cambio, el que aumenta nuestra profundidad y nuestro equilibrio, sólo se produce como consecuencia de dos factores que se alternan en nuestro interior:
*La energía de nuestras tensiones.
*Nuestras serenas y sencillas comprensiones.
Pero aunque sepamos el camino,
no podemos saber cuales serán los pasos
que daremos, ni los resultados.
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