ACEPTAR

 

 Somos Cielo y Tierra,

 vivimos bajo el Cielo y sobre la Tierra,

 y ninguna torre puede llegar al Sol,

 ni elevarnos sobre lo que somos. 

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 La aceptación consiste en no rechazar lo natural, en no luchar contra ello, en no intentar forzalo o dominarlo. La aceptación no es pasividad, es hacer sin forzar. Quienes no aceptan lo natural se encuentran ante dos grandes situaciones: 

  *Tienen que luchar contra ello para poder conseguir lo deseado, y unas veces tienen éxito y otras veces son derrotados. Los que tienen éxito no aceptan pagar los precios derivados de las luchas. Los derrotados tampoco aceptan pagar esos precios, y unas veces no aceptan la derrota, y otras veces se resignan a su situación, y pasan a lamentarse y a hacerse las víctimas.

  *Crean, o tienen que afrontar situaciones artificiales ya creadas por otros, y con frecuencia se encuentran con que no pueden dominarlas o no pueden evitar sus consecuencias dolorosas. Aquí la cuestión no es aceptar lo artificial, pues eso nos aleja de lo natural, sino aceptar el hecho de que existe, y aceptar que muchar veces, ni podemos dominarlo, ni podemos evitar sus consecuencias dolorosas. 

  Como la mayoría de la gente no distingue entre lo natural y lo artificial, (pues sólo distinguen entre las facilidades y las dificultades), hay quienes confunden la aceptación con la resignación. Las diferencias entre ambas es que la resignación se somete por impotencia. Y sobre todo, la resignación no entiende que frente a la imposibilidad de conseguir lo deseado a través de lo artificial, está la posibilidad de conseguir lo necesario y lo suficiente a través de la aceptación de lo natural.