Todo lo que el individuo hace en su papel de miembro de la sociedad, lo hace llevado por sus impulsos interiores, por los estímulos exteriores, por sus necesidades, por sus deseos, por sus creencias.
Todo ello, de una manera u otra manera, sirve a los intereses de los poderosos, de los ambiciosos o de los líderes rebeldes.
Por otra parte, todo ello también sirve de ayuda a los demás, ya sea como ayuda material, como ayuda a su seguridad, como ayuda emocional, o como enseñanza.
Lo que ocurre es que lo que sirve de ayuda para unos, causa daños a otros, o bien es un obstáculo para ellos. Contradicciones propias de una sociedad artificial y compleja.
La dinámica anterior hace que el individuo se encuentre con dos grandes aspectos:
*El individuo normal no tiene ningún poder sobre la sociedad, y tiene poco poder sobre quienes le rodean, y sin embargo, sus decisiones y sus comportamientos contribuyen mucho a la dinámica de la sociedad.
*Todo lo que el individuo hace repercute en él mimo de mil maneras y en todos los aspectos de su vida.
Todo depende de todo.
Todo con todo se complementa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario