*Necesitamos disfrutar de algunos placeres y satisfacciones para soportar el dolor, y para mantenernos alejados de las perturbaciones y de los desequilibrios. Unas veces los conseguimos teniendo, siendo, haciendo y luchando, y otras veces son el fruto de nuestras libertades y comprensiones, o bien son un regalo de la vida.
*Los vemos, en primer lugar, como objetivos en sí mismos, y eso nos lleva a creer que cuando disfrutamos de sus bellas flores y de sus sabrosos frutos, estamos caminando por el buen camino.
*En segundo lugar, al buscarlos en las posesiones, en lo que hacemos, en los éxitos, en las admiraciones, en los premios, siendo amados, y al luchar para conseguirlos, no solemos ser conscientes del dolor y de la esclavitud que pueden causarnos, o del dolor y de la esclavitud que podemos causas a los demás.
Tanto ante el dolor, ante los placeres y las satisfacciones, los mejores remedios y los mejores medios son la sencillez y la serenidad.
Tanto el dolor, como los placeres y las satisfacciones, son sentimientos, y todos ellos nos producen unas emociones, de las cuales unas veces nos sentimos orgullosos, y otras veces nos sentimos culpables, pero tener esas emociones es algo que no podemos controlar, sólo podemos controlar nuestras actitudes y nuestros comportamientos.
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