ESTRATEGIAS

 

 En su soledad autosuficiente, el pájaro sólo usa estrategias con la Naturaleza. Así, el Hombre libre y sabio también prefiere la soledad, pues en ella halla a su mundo interior y percibe mejor lo que le muesta la conciencia. 

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 Cuando nos dominan las creencias, las esperanzas y las ilusiones, recurrimos a las estrategias inspiradas en tres arquetipos humanos: El guerrero, el comerciante, el seductor.

  *El guerrero nos proporciona inteligencia y fuerza.

  *El comerciante nos proporciona lo deseado a través del intercambio.

  *El seductor convence a los demás de que lo mejor es lo que a él le conviene.

  Dependiendo de cada situación y de nuestras creencias y capacidades, nos convertimos en uno o en otro de ellos, intentando imponer, y a veces imponiendo, nuestro poder y nuestras condiciones a los demás,  y otras veces recurrimos a su ayuda sometiéndonos a ellos, y todo lo hacemos con el objetivo triple de conseguir lo que creemos necesario, lo deseado, y de que ambas cosas nos resulten suficientes.

   Cuando no hallamos lo suficiente a través de uno de ellos, recurrimos a los otros, pero cuando lo suficiente no llega, se agotan las estrategias, pero entonces nos queda la sencillez, la serenidad, las comprensiones, las intuiciones, la receptividad ante lo que la conciencia nos muestra y ante lo que nos ofrece la Naturaleza, y todo ello se desarrolla mejor en soledad. 

   

ANTE EL PODER Y LA CAPACIDAD DE LOS DEMÁS

 

  *¿Les envidiamos? 

  *¿Les odiamos?

  *¿Les combatimos?

  *¿Les admiramos y nos sometemos a  ellos en mayor o menor medida?

  *¿Nos resignamos ante su poder y ante sus superiores capacidades?

 *¿Hasta qué punto valoramos nuestras capacidades, nuestra libertad y nuestra sabiduría?

 Para que nuestras respuestas sean sinceras necesitamos tomar conciencia plena de nuestras emociones y creencias ante el poder y la capacidad de los demás, y que nos importe más nuestra libertad y nuestra sabiduría que la opinión que los demás tengan sobre nosotros. 

ANTE LA DEBILIDAD E INCAPACIDAD AJENA

 

 *Nadie admira a nadie por sus debilidades o por sus incapacidades. 

  *¿Nos aprovechamos de ellos para dominarles o para conseguir lo que deseamos?

  *¿Les compadecemos?

  *¿Les culpamos y les discriminamos por ello?

  *¿Les enseñamos a ser más fuertes y más capaces?

  *¿No interferimos en su vida para que así puedan vivirla como les parezca y aprender por sí mismos?

*¿Somos conscientes de que nuestras respuestas a éstas preguntas pocas veces se ajustan a nuestras verdaderas emociones y creencias, pues queremos parecer ante los demás como comprensivos, como buenos y morales?

ANTE NUESTRO PODER Y CAPACIDAD

 

 Con el poder y la capacidad que ya tenemos:

*¿Qué es lo que queremos hacer?

*¿Qué es lo que podemos hacer?

*¿Qué es lo que hacemos?

*¿Qué es lo que conseguimos?

*¿Qué precios pagamos?

*¿Qué consecuencias producimos?

  Éstas preguntas son sólo una herramienta para tomar conciencia del uso que hacemos de nuestro poder y de nuestras capacidades, pero lo principal es que tengamos en cuenta que aceptar y armonizar no son una cuestión ni de poder, ni de capacidad. 

ANTE NUESTRA DEBILIDAD E INCAPACIDAD

 

 Cuando lo más importante es conseguir lo deseado se nos presentan diversas opciones:

 *Aumentar nuestra fuerza y nuestra capacidad.

*Pedir ayuda o formar parte de un grupo.

*Provocar la compasión de los demás. 

*Adaptarnos a nuestras limitaciones y no pretender conseguir más de lo que nos resulta posible. 

Todas y cada una de éstas opciones, en mayor o menor medida, producen esperanzas e ilusiones, y con ellas vienen las frustraciones, las decepciones, la dependencia de los demás, la reducción de nuestras posibilidades, de nuestra libertad y de nuestra sabiduría.

  Sin embargo, la vía de aceptar y de armonizar no es una cuestión ni de fuerza, ni de capacidades, sino de las cualidades de la inocencia espontánea. 

INOCENCIA ESPONTÁNEA

 

  Sencilla, humilde, serena, alada,

  flexible, clara, receptiva, y por ello,

  libre y sabia, en toda  forma y color,

  y sin más palabras.

PREMIO Y PRECIO

 

 Quienes nunca comparten, 

siempre venden,

ofrecen un premio a cambio de un precio.

Los necesitados aceptan

porque no les queda más remedio.

Los ilusos aceptan gustosos,

y muchos creen que hacen un buen negocio. 

COMPARTIR

 

  Para escapar de nuestro dolor o para evitarlo, con mucha frecuencia necesitamos a los demás.

  Para conseguir placeres y satisfacciones, con mucha frecuencia recurrimos a los demás. 

  El verdadero compartir consiste en dar lo que tenemos y hacer lo que podemos de manera libre y gustosa. Sin embargo, éste verdadero compartir sólo se da en las relaciones en las que el principal lazo de unión son los afectos, el amor, pero incluso en éstos casos no se da siempre.

  Pese a que el verdadero compartir afianza los lazos afectivos y nos produce ayudas, placeres, satisfacciones, sensaciones de seguridad,  y no produce conflictos, con frecuencia ésto no nos resulta suficiente y creemos que podemos conseguir más cosas, o cosas más valiosas, dominando a los demás o sometiéndonos a ellos. Y así, el poder y la sumisión tienen en nosotros más fuerza que el amor, que la sabiduría y que la libertad. 

  Las reflexiones sólo se nos muestran sabias cuando nos alejamos de las culpas, de las justificaciones, de las esperanzas y de las resignaciones, y aceptamos la realidad de nuestro ego y del ego de los demás. La aceptación de ésta realidad del ego es la que nos puede mostrar la realidad más honda que todos llevamos dentro y que sólo nos muestra la conciencia: La realidad del amor, de la sabiduría, y de la libertad.  

ANTE LOS PLACERES Y SATISFACCIONES DE LOS DEMÁS

 

 *Como a veces surge la envidia ante los placeres y las satisfacciones de los demás, la moralidad, el amor y la compasión, nos dicen que debemos alegrarnos por la alegría que sienten los demás, pero de éstos deberes con mucha frecuencia surgen diferentes grados de hipocresía. 

  *Cuando sentimos algún grado de amor por alguien, procuramos conseguirle placeres y satisfacciones, pero en nombre de nuestro amor por ellos, con frecuencia no pensamos que esos placeres y satisfacciones pueden causar dolor e insatisfacción a otras personas, así como envidias, celos, odios,.. De tal manera que la moralidad y el amor entran en contradicción. 

*Con frecuencia, los demás obtienen sus placeres y satisfacciones con medios que causan dolor e insatisfacción a los demás, o a nosotros mismos. Y aquí se presentan diversas emociones y actitudes:

-Odio, rabia, impotencia, venganza, condena moral.

-Luchar contra ellos para limitar su capacidad de causar dolor. 

-Y surgirán quienes hablarán de perdón, de diálogo, de olvidar ofensas. 

-Y surgirán algunos que intentarán comprender a fondo la dinámica de las relaciones entre las personas, para así poder adoptar actitudes libres, sabias y armónicas con ellas. 

*Sólo cuando sentimos algún grado de amor por alguien, o cuando los demás consiguen sus placeres y satisfacciones por medios que consideramos admirables, sólo entonces nos alegramos sinceramente por sus placeres y satisfacciones. En los demás casos siempre hay alguna emoción que no nos deja ser complamentamente sinceros, a no ser que ya seamos sabios y armónicos, y entonces aceptemos a los demás por igual. 

ANTE EL DOLOR AJENO

 

 El Hombre también sabe compartir lo que tiene para aliviar o para acabar con el dolor de sus semejantes.

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Ante el dolor ajeno, el Ser Humano adopta las siguientes actitudes:

 

  *Usarlo como uno de los medios para dominar a los demás. 

  *Un grado mayor o menor de indiferencia.

  *La compasión, en sus diferentes formas e intensidades. 

  Quienes pretenden ejercer algún poder sobre los demás, entre las estrategias a las que recurren, a veces se encuentran las de causar el dolor más eficaz a cada persona o a cada grupo social, pero aunque consigan el éxito usando éstos medios, ellos también se atan, y además, lo que consiguen por éstos medios nunca les resulta suficiente. Que no les resulte suficiente tiene que ver con los siguientes aspectos:

 

  *Con el hecho de que lo que consiguen así no es armónico con el flujo natural.

  *Con los rencores y los deseos de venganza que sienten quienes sufren el dolor causado por otros. 

  *Con el hecho de que causar dolor a los demás es algo que, con frecuencia, rechaza la moralidad de los demás, e incluso la moralidad de quienes lo causan. 

 Llevados por nuestros deseos, comodidades, placeres, satisfacciones, o por el hecho de que a veces no conocemos a las personas, o por el hecho de que sentimos ciertos grado de odio, de envidia o de desprecio por ellas, ponemos por delante del dolor ajeno nuestras conveniencias. En cuanto a quienes odiamos, a veces sentimos placer ante su dolor o causándoselo. 

  A la hora de ser compasivos, cuando la ayuda es urgente, el compasivo no piensa en estrategias, ni en sus propia conveniencias, ni en muchas consecuencias, sino que actúa con rapidez llevado sólo de sus impulsos compasivos. 

  Pero cuando la ayuda no es urgente, surgen todo tipo de creencias y de estrategias respecto a como acabar con el sufrimiento humano, de hecho, en toda creencia sobre el Hombre y sobre las relaciones sociales, las estrategias sobre la manera más eficaz de ayudar al que sufre ocupan siempre un lugar muy destacado, y sobre todo, el objetivo principal siempre es acabar con sufrimiento y hallar la felicidad, o la salvación, o la armonía. Todas las estrategias compasivas se pueden agrupar en las siguientes: 

  *Ayudar con hechos y con consejos prácticos y eficaces. 

  *Ayudar con hechos y con consejos inspirados en el amor. 

  *Crear ideales de mundos perfectos y luchar por ellos. 

  *Buscar la ayuda de los seres y de las fuerzas sobrenaturales.

  *Desarrollar una sabiduría que sirva para que cada cual encuentre su propio camino de liberación. 

 

ANTE NUESTROS PLACERES Y SATISFACCIONES

 

*Necesitamos disfrutar de algunos placeres y satisfacciones para soportar el dolor, y para mantenernos alejados de las perturbaciones y de los desequilibrios. Unas veces los conseguimos teniendo, siendo, haciendo y luchando, y otras veces son el fruto de nuestras libertades y comprensiones, o bien son un regalo de la vida. 

*Los vemos, en primer lugar, como objetivos en sí mismos, y eso nos lleva a creer que cuando disfrutamos de sus bellas flores y de sus sabrosos frutos, estamos caminando por el buen camino. 

*En segundo lugar, al buscarlos en las posesiones, en lo que hacemos, en los éxitos, en las admiraciones, en los premios, siendo amados, y al luchar para conseguirlos, no solemos ser conscientes del dolor y de la esclavitud que pueden causarnos, o del dolor y de la esclavitud que podemos causas a los demás. 

  Tanto ante el dolor, ante los placeres y las satisfacciones, los mejores remedios y los mejores medios son la sencillez y la serenidad.

 Tanto el dolor, como los placeres y las satisfacciones, son sentimientos, y todos ellos nos producen unas emociones, de las cuales unas veces nos sentimos orgullosos, y otras veces nos sentimos culpables, pero tener esas emociones es algo que no podemos controlar, sólo podemos controlar nuestras actitudes y nuestros comportamientos. 

ANTE NUESTRO DOLOR

 

 Cuando sentimos dolor, o ante el miedo a sentirlo, se nos presentan diferentes opciones:

*Dominar las situaciones dolorosas. 

*Evitar situaciones que nos pueden producir dolor.

*Buscar placeres y satisfacciones. 

*Buscar ayuda, compasión y consuelo.

*Aceptar  y soportar al dolor. 

 Nuestras creencias y nuestras capacidades o incapacidades, nos llevarán a buscar los remedios en una u otra opción. Sin embargo, tenemos también la opción de la comprensión que alcancemos, una comprensión que se encuentra con las siguientes dificultades debido al dolor:

 *Nos agitamos.

 *Nos lleva a centrar nuestras energías y pensamientos sólo en escapar de él. 

*Puede llevarnos a cometer errores.

*Con mucha frecuencia nos lleva a crearnos y a creer en diversas ilusiones. 

Mientras el dolor tiene cierta intensidad, la búsqueda de un remedio rápido nos impide comprender las causas de nuestro dolor y hallar liberaciones duraderas. Sólo en los momentos en los que el dolor es débil y estamos serenos, podemos alcanzar la comprensión que necesitamos para afrontar el dolor cuando llega, y para liberarnos de él de forma duradera. 

IDEALES DE PERFECCIÓN

 

 *Ideales bellos y elevados de mundos felices regidos por el amor, por la justicia, por la paz, por la prosperidad. 

  *Individuos que quieren ser fuertes, resistentes, capaces, buenos, compasivos, amorosos, pacíficos, moralmente perfectos. Individuos que buscan la felicidad y la salvación. 

  *Individuos que sueñan con ser libres, sabios y armónicos. 

  Idealista que, dominados por tan grandes ideales, con mucha frecuencia se dejan llevar por las búsquedas del propio bienestar, de mundos y situaciones a su medida, por las culpas y por las justificaciones. 

  Idealistas que suelen olvidarse de sus resistencias internas, de sus insuficiencias, de la sencillez y de la serenidad. Éstos olvidos, con frecuencia, a algunos les llevan a las frustraciones, a las decepciones, o a confiar en los héroes salvadores, en los pastores, en los vendedores de ilusiones, y a muchos otros al escepticismo, a la resignación, a la búsqueda de cualquier placer. 

ACTITUDES ANTE LOS PELIGROS

 

 Cuando lo más importante es conseguir lo deseado, nos encontramos con dos clases de peligros: Los que provienen de lo no creado por el Hombre, y los creados por el Hombre con sus intentos de conseguir lo deseado. En ambas situaciones, arriesgarse frente a un peligro trae dos posibles consecuencias:

 *La posibiliad cierta de conseguir lo deseado.

 *Pagar dolorosos precios. 

 Unas veces pesa más conseguir lo deseado, y entonces se le quita importancia al peligro y se buscan estrategias para vencerlo y para conseguir lo deseado. Y surgen los éxitos y los fracasos, las victorias y las derrotas, y lo que se llama logros y progreso. 

 Otras veces pesa más el temor  ante los dolorosos precios, y entonces se exageran los peligros, y se recurre a estrategias de protección y de prudencia, las cuales, cuando tienen éxito hacen que nos sintamos seguros, y nos permiten conservar lo que ya teníamos, aunque no aumentarlo, con lo cual el deseo queda frustrado,  y como su fuego no se apaga, su humo nos intoxica por dentro. 

 Cuando se busca la armonía con el flujo natural, aunque escapamos a las consecuencias de las anteriores estrategias, existen dos clases de peligros: Los que provienen de lo no creado por el buscador, y los que provienen de las ilusiones que aún le queden, o que aún pueda tener. 

   Frente a los peligros no creados por él, el buscador de la armonía recurre a la prudencia.

  Frente a sus ilusiones, sólo puede recurrir a sus intuiciones y a sus tomas de conciencia. 

POSIBILIDADES Y PELIGROS

 

 *Nunca como ahora los egos de la gran mayoría de las personas habían sido tan fuertes, ni cada individuo se había afirmado tanto en lo que cree que es su identidad, ni nunca habían sido tantas las exigencias de cada cual a la sociedad y a los demás.

*Nunca como ahora había habido tantas fracciones sociales compartiendo el mismo territorio, y necesitadas y obligadas a convivir en él. Y nunca como ahora había habido tantas creencias relacionadas directa y cotidianamente las unas con las  otras. 

 *Nunca como ahora los conocimientos en todos los ámbitos habían sido tan amplios. Y ahora como antes, la mayoría de los conocimientos se ponen al servicio de los diferentes artificios con el objetivo de dominar, de transformar lo natural, y de conseguir lo soñado o lo esperado. 

*Nunca como ahora las libertades, los derechos, y los niveles de conciencia sobre todo los aspectos de la vida, habían sido tan elevados. 

Por todo lo anterior, nunca como ahora hay tantas posibilidades de desarrollo de lo humano, ni tampoco tantos peligros de derivar hacia situaciones cada vez más caóticas. Así se nos presentan las siguientes cuestiones: 

  *¿Estamos aprovechando las posibilidades?

  *¿En cuántos peligros estamos cayendo?

Los errores son siempre del presente,

los precios son siempre del futuro,

pero el futuro insiste en llegar,

y llega siempre. 

NATURALEZA (CIELO Y TIERRA)

 

 En la que el Tao se manifiesta,

la que el cielo ilumina y alienta,

lo que el Hombre es,

la tierra que al Hombre nutre, 

a la que quiere someter,

a la que desequilibra y altera,

y en la que levanta vallas y forja cadenas. 

NATURALIDAD

 

  Lo necesario para la supervivencia. 

  

Mirada serena y clara. 

 Intuiciones. 

 Receptividad ante lo que nos muestra la conciencia.

   

CONTRADICCIONES

 

   Buscar la libertad en la fuerza,

   y la sabiduría en la inteligencia.

   Con una mezcla de fuerza y de inteligencia,

   los aviones vuelan,

   pero así no le crecen las alas a la conciencia. 

  Cuando no se acepta el flujo natural del Universo, inevitablemente se entra en una dinámica contradictoria basada en una mezcla compleja de: 

  *Deseos de conseguir lo que se considera necesario y placentero. 

  *Deseos de ser amados y de amar a aquellos y a aquello que nos despierta amor.

  *Eficacia para conseguir lo anterior.

  *Moralidad, para reducir los daños causados por todo lo anterior, y para la convivencia. 

 Los deseos de bienes materiales, de placeres sensuales, de éxitos y de poder.- Aunque con mucha frecuencia generan placeres y satisfacciones, también generan conflictos, y con los conflictos vienen las opresiones, las sumisiones, las injusticias, las desigualdades, la pobreza, y con ellas vienen los daños y los sufrimientos. 

Los deseos amorosos.- Aunque con mucha frecuencia generan satisfacciones y seguridades, también generan conflictos, miedos, sometimientos o dependencias, frustraciones, decepciones, y a veces desequilibrios  y perturbaciones. 

La eficacia.- Fuerza a casi todas las personas a hacer cosas que, unas veces no quieren  y otras veces no pueden, y casi siempre son artificios que alejan a la gente de su verdadera naturaleza. Todo ésto produce diversas perturbaciones, desequilibrios y sufrimientos. La eficacia también está produciendo destrucciones y desequilibrios medioambientales. 

La moralidad.- Se ve muchas veces vencida por la fuerza del ego y de sus diferentes deseos. Por otra parte, las personas moralistas pretenden que todo el mundo haga lo moralmente correcto, pero sin cuestionar la creencia de que lo más importante es conseguir lo deseado, con lo cual dejan intactas las causas que dan lugar a los comportamientos inmorales y destructivos.

  Además, el Universo es natural y no moral, por lo tanto intentar explicar las cosas sobre la base de los principios morales, no explica la realidad de las cosas, y por lo tanto surgen muchas confusiones y pocas claridades, muchos problemas y pocas soluciones. 

 Frente a éstas contradicciones está la opción de reducir los deseos, la cual sólo funciona si es general o libremente aceptada. Y está la dificultad de aceptar el flujo natural, la cual requiere tiempo y sabiduría.

 

CONFUSIONES

 

*Gran variedad de creencias, luchas entre ellas, alternancia en las influencias. 

*Gran fragmentación de la sociedad, luchas entre los fragmentos, donde la fuerza se disfraza de razón o de emociones, según convenga.

*Banderas de lo viejo, banderas de lo nuevo, defensores y atacantes que nunca vencen claramente.

*Individuos queriendo tener más y ser más, sin ser conscientes, ni de sus insuficiencias, ni de la función que cumplen las limitaciones. 

*Individuos queriendo conocer más, sin ser conscientes de que ya conocen lo suficiente, y que  lo libre y lo sabio es aceptar lo que se conoce.

 Frente a las confusiones, racionales y emocionales, siempre  complejas, la claridad sencilla y serena de las intuiciones y de lo que nos muestra la conciencia. Receptivos, bajo el cielo, y con los pies sobre el suelo.

ADAPTACIONES

 

 El nivel de conciencia del Hombre está en evolución. En éstos momentos el nivel general hace que la gran mayoría de las personas tiendan a dominar a todo aquello que les rodea, y también a dominarse a sí mismos. Sin embargo, para sobrevivir, para conseguir lo que cada cual cree que son sus necesidades, así como para vivir conforme a las particulares creencias, se requiere una cierta adaptación a los siguientes aspectos: 

  *La primera adaptación que se requiere es al Universo y a la Naturaleza.

 ¿Qué dificultades encuentra cada cual para adaptarse?

  *La segunda adaptación es a las normas, a los valores, y a las creencias de la sociedad.

  Aquí nos encontramos con las exigencias de la sociedad por un lado, y por el otro con la fuerza de nuestros deseos, de nuestras creencias, y de la tendencia a ser fieles a nuestra verdadera naturaleza.

  *La tercera adaptación es a las diferentes circunstancias y situaciones que se nos presentan.

   Para ello disponemos de todo lo que somos y de todo lo que hemos cultivado y desarrollado. 

 NO es una cuestión de inteligencia, ni de capacidades, ni de moralidad, ni de ayudas, puesto que éstos aspectos los utilizamos para dominar.

 ES una cuestión de toma de conciencia sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea. 

LO QUE YA NO ES

  Hay tantas cosas que tantas veces nos parecieron lo más importante, y a las que otras cosas importantes fueron dejando sin energía y sin importancia. 

  Pero de aquello que fue y ya no es, siempre queda algo en la memoria, en el inconsciente, en las huellas y en las consecuencias, en nuestras células, y a veces se nos presenta y nos muestra sus enseñanzas, o nuestras deficiencias, o el camino que nos queda. 

  Lo que fue, fueron pasos que nos mostraron horizontes, y que construyeron nuestra actual senda, una senda que, tal vez mañana se oriente hacia otro horizonte, y vaya dejando atrás lo que ahora es tan importante. 

"Si comprendes que todo cambia,

  cesarán tus inentos de aferrarte.

 Y si no temes morir,

 nada habrá que se te niegue. 

  Intentar controlar el futuro es

como usurpar el lugar del maestro carpintero.

Al usar sus herramientas,

lo más probable es que te cortes la mano."

(Tao Te King. Cap. 74)

LIBERTAD COTIDIANA

 

 La que llevamos dentro y la que nos da la Naturaleza y el Universo.

 La que usamos cada día, condicionada por nuestros deseos, nuestros miedos, nuestras capacidades, y por la fuerza y la libertad de los demás. 

  La que toleramos a quienes nos toleran, compartiendo necesidades, alegrías y afectos. 

LIBERTAD HUMILDE

 

 La que se va liberando de brillos coloridos,

de victorias y de éxitos merecidos,

y prefiere el suelo que la nutre y la sostiene,

y así el cielo se le despierta dentro.