Confundimos lo que necesitamos y lo que deseamos y lo llamamos necesidad.
Cuando creemos que necesitamos algo, aquello que damos lo hacemos con la esperanza de recibir a cambio aquello que necesitamos.
*A veces procuramos aumentar nuestra generosidad.
*A veces procuramos liberarnos de nuestra necesidad.
*A veces compartimos libremente con aquellos que nos aman y con nuestros afines.
Quien no sigue las vías anteriores, a veces se convierte en comerciante que compra y vende, a veces en guerrero, a veces en embaucador.
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Cuando lo mas importante es conseguir lo deseado:
*A los deseos los convertimos en necesidades.
*A esas necesidades las convertimos en derechos.
*A esos derechos los convertimos en algo sagrado.
*Lo sagrado nos ofrece todo tipo de justificaciones a la hora de conseguir lo deseado. Las justificaciones nos sirven pora no responsabilizarnos de nuestros actos. Y así, el deseo vence a la moralidad.
Quien busca la armonía, busca la manera de liberarse de sus deseos y no recurre nunca a las justificaciones ni a la moralidad, y no por ello se convierte en un imoral, sino que aumenta su libertad, su sabiduría, su armonía.
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