En el Universo, en la Naturaleza, en las sociedades y en los individuos, existen unas fuerzas que tienden a la conservación y unas fuerzas que tienden a la innovación. Se trata de fuerzas complementarias e igualmente necesarias que mantienen una tensión entre ellas.
Las fuerzas conservadoras producen estabilidad, firmeza, solidez, pero también pueden producir rigidez y resistencia a los cambios necesarios.
Las fuerzas innovadoras acaban con la rigidez y con las resistencias a los cambios y se adaptan flexiblemente a las nuevas situaciones, pero pueden producir desequilibrios y caos.
Necesitamos sabiduría para entender cuando nuestras actitudes conservadoras se vuelven rígidas, y cuando nuestras actitudes innovadoras son causa de desquilibrio y de caos.
Las actitudes conservadoras exigen unas capacidades y unas energías para mentener estables, firmes y sólidas aquellas cosas que es necesario conservar.
Como existen infinidad de creencias y de alternativas teóricas ante cada rigidez, las actitudes innovadoras exigen claridad para entender cual es la innovación necesaria ante cada rigidez. Si no conseguimos claridad fracasaremos y además crearemos diferentes problemas. Una vez conseguida la claridad, innovar requiere una energía, una capacidad, para aplicar esa innnovación.
Tanto para mantener las actitudes conservadoras como las innonvadoras, se presentan dos visiones:
*La lucha.
*La comprensión.
Ante estas dos visiones, cada cual elige la que le parece mejor, o bien cada cual las alterna o las mezcla en función de las diferentes situaciones. Todo es cuestióno de sabiduría y de nivel de conciencia.
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